El coronavirus agudizó la crisis en las clínicas: se derrumbó la facturación
En los últimos meses se redujo la concurrencia y los ingresos cayeron un 60%. Advierten que la situación puede complicarse en los próximos meses. "Puede pasar que no demos la respuesta adecuada", aseguró el presidente de Fecliba, Jorge Soria.
“¿Qué puede pasar? Puede pasar que no demos la respuesta adecuada en los próximos meses”.
El presidente del distrito IX de la Federación de Clínicas, Sanatorios, Hospitales y otros establecimientos de la Provincia de Buenos Aires, Jorge Soria, alertó sobre la situación que atraviesan las clínicas de Mar del Plata en medio de la pandemia.
Una fragilidad económica que viene de arrastre y la fuerte caída en la facturación en los últimos meses encendieron las luces de alerta en las instituciones médicas de la ciudad. Los representantes de las mismas aseguran que la situación se agudizará en los próximos meses y de no llegar una asistencia del estado, el panorama puede complicarse.
“No decimos que no va a haber respuesta porque sería alarmar a la población”, aclara Soria pero advierte que “puede pasar que no demos la respuesta adecuada, o que falten insumos y haya dificultad para pagar todos los gastos”.
La caída de la actividad en las clínicas fue significativa. Según datos de la Federación, se estima que en marzo y abril la facturación cayó un 60%.
La llegada del coronavirus provocó la población se retraiga y en muchos casos, deje de hacer las consultas o los tratamientos que habitualmente realizaba. Un dato: en varias clínicas de la ciudad hubo el mes pasado una ocupación mínima.
Pero la caída en la facturación no fue el único problema para las clínicas. La pandemia presentó gastos inesperados. Todas las instituciones tuvieron que invertir en materiales y comprar elementos necesarios para afrontar la atención, como vestimenta para los trabajadores y equipamiento para la atención.
“Fines de mayo, junio y julio van a ser meses durísimos en las clínicas. Para poder cumplir con los compromisos, la mayoría está en serias dificultades, han tenido que recurrir a créditos bancarios y permanentemente en Mar del Plata reciben aporte de los socios que son fundamentalmente los médicos y profesionales de la salud”, explicó Soria.
En ese sentido, el profesional marcó diferencias con muchas clínicas de Capital Federal que son propiedad de accionarios de empresas de medicina prepaga.
“Nosotros no tenemos nada que ver con ese sistema que tiene una organización diferente. Acá, si bien tienen una figura de Sociedad Anónima, funcionan más bien como una cooperativa de trabajo donde los médicos realizamos nuestro trabajo, cobramos los honorarios, la clínica cobra lo suyo y cuando faltan recursos, el profesional aporta para poder progresar. Esa es la preocupación que hay”, explica.
Según las estimaciones de la Fecliba, más del 70% de la población de Mar del Plata se atiende en las instituciones sanatoriales. El resto concurre a los Hospitales (Interzonal y Materno Infantil) que además reciben muchos pacientes de ciudades vecinas.
Un problema de arrastre
La Federación aseguró que la complicada situación financiera de las clínicas no es nueva. La pandemia profundizó una situación que viene de arrastre y que tiene varios motivos. Antes del coronavirus, la mayoría de las instituciones estaba con deudas, principalmente con el estado, y evaluaba entrar en una moratoria para ponerse al día. “El tema de fondo no está resuelto y es la actualización de los aranceles vinculados al incremento del costo de los insumos, del valor del dólar. Todas las clínicas venían con un atraso importante en la actualización arancelaria, de mucho tiempo, con dificultades financieras y económicas.
En base al financiamiento que les permitían las deudas, fundamentalmente al estado, seguían y se actualizaban estructural y tecnológicamente”, remarcó el profesional.
Los tiempos
Históricamente, los tiempos de facturación de las clínicas fueron diferentes a los de otras actividades. La demora, que supera los dos meses, tiene un efecto negativo sobre todo en tiempos inflacionarios.
“La conclusión es que tenemos que atacar el problema de fondo que es la actualización de los aranceles y el achique en los tiempos de pago”, sostuvo Soria. Y agregó: “No puede ser que un paciente que se atiende en febrero, la factura se cobre en mayo. Si bien hay tiempos administrativos lógicos de facturación, hay que acortarlo lo más que se pueda para que las clínicas tengan realmente su fondo genuino. Es un problema histórico, pero es necesario modificarlo”.
En referencia a una posible solución, el profesional afirmó que ya le plantearon el problema al intendente y al Concejo Deliberante para “que sepan que algo puede pasar sino se revierte esta situación”.
Respecto a la asistencia del gobierno nacional para pagar salarios, Soria aseguró que hasta el momento, sólo dos clínicas de la ciudad cuentan con ese recurso ya que el trámite suele demorar. “Esperemos que tengamos una ayuda para el complemento del salario de los trabajadores porque no alcanzan los recursos”, cerró.