La red social de videos TikTok, que ha ganado popularidad y expansión internacional y que ya cuenta con más de 800 millones de usuarios mensuales activos, acaba de nombrar como nuevo director ejecutivo (CEO) al estadounidense Kevin Mayer, hasta hace horas el máximo responsables de la plataforma Disney+.

La noticia sacudió en las últimas horas a los medios especializados norteamericanos, tanto por la importancia que Mayer tenía en el organigrama de The Walt Disney Company como por lo que puede significar para los planes futuros de la red social de videos cortos de origen chino.

Mayer había quedado como el principal perjudicado hace unos pocos meses, cuando Bob Iger anunció su retiro como CEO de Disney y su nombre fue pasado por alto por la junta de accionistas de la compañía, en beneficio de Bob Chapek.

Mayer tenía razones para creer que el puesto le correspondía; fue una figura clave en la supervisión de la integración de Disney y los principales activos de la 21st Century Fox, que la compañía del ratón Mickey compró por 71.300 millones de dólares el año pasado, y era el principal responsable del área que construyó y puso en línea la plataforma Disney+, que hoy ya es un éxito.

Ahora será reemplazado por una veterana de Disney, Rebecca Campbell, y Mayer será el CEO de TikTok y también Jefe de Operaciones (COO) en ByteDance, la empresa madre de la red social de videos.

TikTok lanzó en el mercado chino en 2016, pero con su fórmula de videos cortos (los más extensos tienen hasta 60 segundos) lleva un crecimiento sostenido a pasos agigantados desde 2018 gracias a su penetración en Estados Unidos.

Con la pandemia mundial de coronavirus y miles de millones de personas en cuarentena, la aplicación tuvo otro espaldarazo y el mes pasado alcanzó la marca de 2.000 millones de descargas en mercados de aplicaciones para dispositivos móviles como Google Play o la App Store de Apple.

De acuerdo con especialistas consultados por la revista estadounidense Variety, la movida de TikTok por atraer a Kevin Mayer quiere decir que antes que continuar siendo un elemento disruptivo en el mercado del entretenimiento podría estar buscando acercar su oferta a la de otras plataformas que iniciaron como redes sociales y que hoy también ofrecen contenido original.

Es el caso de Facebook, YouTube o Snapchat que, cada una con su filosofía y su público objetivo, producen hoy contenido propio.