Referentes del barrio popular Padre Mugica, conocido como Villa 31, afirmaron que el Estado “llegó tardísimo” al lugar para atender la pandemia de Covid-19 y advirtieron que para la semana próxima se espera el triple de infectados, que hoy ya supera las 850 personas.

Sofía González, una de las referentes del barrio, reclamó este lunes que se tomen las “medidas correctas” en medio de la pandemia del coronavirus, ya que “hay muchas vidas por salvar”.

Tras la muerte por contagio de Covid-19 de otros dos referentes del barrio situado en la zona porteña de Retiro, Ramona Medina y Víctor Giracoy, González, en diálogo con el programa “Ruleta Rusa” que conduce Nancy Pazos por FM Rock & Pop, advirtió que el Estado “llegó tardísimo” al Padre Mugica para prevenir la pandemia.

Aseguró que las organizaciones del barrio ya había pedido medidas preventivas varias semanas antes del 20 de abril, cuando se conoció el primer caso de coronavirus en el lugar, “pero la respuesta llegó recién el 30”.

González señaló que las ONGs pedirán que se decrete “la emergencia sanitaria, alimentaria y habitacional en el barrio” y recordó que “existe un presupuesto millonario para atender la problemática”.

La dirigente sostuvo que gran parte del dinero pedido a organismos como el BID (Banco Interamericano de Desarrollo) o el Banco Mundial termina en “una importante cantidad de consultoras que se contrataron”.

La Villa 31, con 851 casos, es una de las zonas que motoriza la cantidad de casos en la Ciudad, el distrito que está al frente en los contagios de coronavirus, con 2.668 acumulados.

A su vez, Juan Romero, otro de los referentes, dijo que en el barrio “la situación es preocupante”.

“Ya hay cuatro fallecidos; dos fueron referentes sociales y su único delito fue trabajar para el otro. Se ha hecho, pero falta más, hay que poner más garra para que se esté mejor”, dijo en declaraciones al programa “Alguien Tiene Que Decirlo”, de radio Rivadavia.

Y advirtió: “Estamos en 800 infectados y para la semana se espera el triple”.

“El primer caso fue una señora que le prepararon un libreto para que dijera que se contagió en un cajero. Pero en realidad fue una que trabajaba afuera, hace más de 33 días”, dijo con respecto al primer infectado de Covid-19 en el barrio, y explicó que “las mamás son las que más sufren, tienen miedo de perder a sus hijos”.

Por último, se mostró crítico por la gente que se vio en las calles del barrio durante el domingo: “Ayer la villa parecía Florida y Lavalle. Hay que poner un limite, tenemos familia. Todos están al libre albedrío para recibir el virus. Antes decían que los niños solo eran transmisores de contagio pero no es así, ellos también caen”.