Para cientos de comerciantes, llegó el día. Para otros será un día más, quizás con más ventas. Este sábado, después de 50 días de cuarentena, en Mar del Plata reabrirán los comercios minoristas. Será mucho más que una “prueba piloto”, como la calificó el gobierno municipal. El comportamiento social y el cumplimiento de los protocolos de atención al público determinarán este sábado el futuro a corto y mediano plazo de la actividad comercial en la ciudad.

Sábado y domingo, dos días para abrir, vender (algo al menos), retomar el contacto -cuidados mediante- con los clientes y “hacer caja” para paliar el impacto económico de la pandemia. De 9 a 17 (el horario será controlado por inspectores municipales) cientos de negocios de distintos rubros levantarán sus persianas oficialmente -muchos ya lo hicieron en las últimas semanas de todas formas- y deberán cumplir a rajatabla un protocolo de 13 puntos que circuló de teléfono en teléfono entre los empleados de comercio.

El resultado de la prueba piloto depende del impacto de la misma. Si se generan contagios de Covid-19, todo volverá para atrás y los negocios continuarán cerrados. “No me va a temblar la mano para volver para atrás la medida”, advirtió el intendente Guillermo Montenegro al anunciar la reapertura de comercios minoristas y peluquerías. Si no se generan contagios, se repetiría y se ampliaría el “experimento”.

Día a día crece el movimiento en las calles marplatense. En algunas zonas la cuarentena se flexibilizó de hecho, pero también ya son 22 los rubros exceptuados del aislamiento social preventivo y obligatorio en Mar del Plata, lo que conlleva mayor circulación en la vía pública e incluso creciente malestar a la hora de utilizar el transporte público, algo que el gobierno viene desalentando.

Este sábado y domingo se espera un movimiento incluso mayor. Entre el deseo de salir y la necesidad de comprar productos en comercios que hasta ahora estaba cerrados, es probable que la circulación en las principales zonas comerciales sea intensa.

Tras el anuncio del intendente, comerciantes y empleados comenzaron a prepararse para la prueba del fin de semana. Muchos volvieron a ir a sus lugares de trabajo con la orden de limpiar, ordenar, preparar todo para este sábado y equipar los negocios con los desinfectantes, sanitizantes y elementos de cuidado establecidos en el protocolo.

Durante una recorrida de LA CAPITAL por algunas zonas comerciales, se observó a gran cantidad de comerciantes limpiando y ordenando las vidrieras, barriendo, pasando el trapo, colocando la cartelería obligatoria y ordenando las góndolas y estanterías, atentos a la información que regula la vuelta al trabajo, según indicaron varios empleados y encargados.

Tanto sobre la calle San Juan -un pedido de comerciantes de la zona a Montenegro dio impulso a la medida comunicada horas más tarde, como en Güemes y el microcentro los preparativos a contrarreloj quedaron a la vista este viernes desde primera hora.

La necesidad de vender actúa como un denominador común entre los comercios, más allá del rubro. Si bien una gran parte se las ingenió para vender en forma online o telefónica durante las últimas semanas, no hay aplicación ni tecnología que reemplace el contacto con el cliente. “No es lo mismo, es útil el Whastapp y las redes, pero tenés menos herramientas para vender”, comentó la trabajadora de una zapatería.

Pero es además la circulación de gente lo que también atrae a clientes y genera las ventas. “No sabemos cuánta gente va a andar. Va a ser todo un tema trabajar así pero de la manera que sea hay que hacerlo, tomando los cuidados necesarios porque hay que vender, hay que trabajar y hacer caja para poder cobrar y pagarle a los empleados“, indicó una mujer a cargo de un local de ropa.

En este sentido, varios comerciantes confiaron que implementarán importantes (al menos vistosas) promociones este fin de semana. Algunos por cantidad de productos, otros por pago en efectivo. Más de uno, dispuso rebajas en sí para buena parte de los artículos frente a la necesidad de sumar ventas.

“Ya a través de las redes venimos ofreciendo rebajas por pagos en efectivo y descuentos en la segunda prenda, pero ahora lo vamos a implementar con el negocio abierto, atendiendo según lo que dice el protocolo”, agregó un joven mientras ordenaba el local de indumentaria masculina donde trabaja.

La decisión que tomó el gobierno municipal estará monitoreada por la Provincia y la Nación. La reapertura de los comercios y peluquerías con esta modalidad en una ciudad con más de 500.000 habitantes será una prueba piloto más allá de Mar del Plata.

Mucho, sin embargo, dependerá del comportamiento social y del cumplimiento del protocolo. El resultado de este “experimento” definirá el futuro del sector comercial y por ende la situación económica de miles de marplatenses.