Sr. Flavio: “Me encanta la libertad estilística”
Radicado en el sur de la ciudad, lleva adelante varios proyectos musicales a la vez, junto a sus hijos. En plena cuarentena, realizó una nueva versión de su himno, Vos Sabés y cedió los derechos a obras solidarias. Ese trabajo fue la excusa para una charla en la que no quedaron afuera ninguna de sus pasiones. Mar del Plata y Alfonsina como sus musas, la elección de una vida sencilla en contacto con la naturaleza y “las hermosas contradicciones de la vida”.
Por Claudia Roldós
Para “cuando esto de la pandemia termine”, Flavio Cianciarulo, Sr. Flavio, el bajista, compositor, productor marplatense, uno de los fundadores de los Fabulosos Cadillacs, espera retomar la serie de recitales solidarios que estaba haciendo el año pasado en Vinoteca Perrier. Como por el momento parece lejano, de le ocurrió realizar una nueva versión de un himno Vos Sabés y donar los derechos a importantes obras.
Cianciarulo elige la vida tranquila, en familia y contacto con la naturaleza en el sur de Mar del Plata, donde junto a sus hijos, deja fluir toda su creatividad tanto en temas musicales como en la literatura, con el mar, la ciudad, la naturaleza y Alfonsina Storni como musas.
“Me encanta la libertad estilística”, asegura el artista, en una charla con LA CAPITAL en la que, con la excusa de la nueva versión, compartió su parecer sobre sus mayores pasiones, sobre la felicidad de hacer música con sus hijos, su manera de verse como escritor, la nobleza que encuentra en el punk y la armonía que encuentra en el surf.
-¿Cómo fue la formación de esta banda con tus hijos? ¿Cómo es la dinámica de trabajar con ellos?
– Tiene que ver con la dinámica de trabajar con ellos. Supongo que muchas personas dirán, inclusive pensándolo profesionalmente, mejor armar una banda sin mezclar lazos familiares, por una cuestión de recaudos. Yo hice todo lo contrario, hice banda con la familia porque para mí está buenísimo y es lo que queremos hacer, en vez de tomar una actitud más fría. Conformamos esta banda porque así el corazón, la música y el arte nos lo piden y estoy feliz tocando con mis hijos. En realidad lo hago desde que ellos son muy chicos, Astor toca conmigo desde que teníamos Misterio y el tenía 10 años, así que es moneda corriente, afortunadamente, en esta familia, tocar juntos.
-El surf es parte de sus vidas ¿Cómo se integró esa disciplina a la banda?
– El surf es una parte esencial, física, espiritual en nuestras vidas, es acercarse a una metáfora hermosa en la vida, cercana a la armonía y que trasciende lo que es el deporte -según nosotros y según muchos surfistas-. Así lo vemos, vivimos en conexión con el mar y eso está intrínseco en la banda, no hay que incorporarlo en forma forzada ni estratégica ni nada, es simplemente nuestro presente. Rock n roll, surfing, skateboarding, vivir simplemente con estas bellezas que nos otorga, como tantas, la vida y sus maravillosas e increíbles simplezas.
– ¿Cómo surgió esta nueva versión de “vos sabés”?
– A partir de la necesidad de regrabarla porque tenía que ver con nuestro presente como banda, como familia. Es lo que hemos estado tocando en los últimos 2 años, nos gustaba el flow y como suena la versión de mi canción refrescada por nosotros hoy. Y a la vez darle un objetivo a la grabación, que era que los derechos sean cedidos a beneficio.
No es que tenga, en sí, un mensaje de igualdad de género, requeriría algo más. Es una cita que yo estimé, metafóricamente, que se acerca a eso y me pareció que ajusticiaba a la versión y era un lindo refresco.
-¿Te preocupa el tema? ¿Creés que el mensaje artístico suma en la concientización y en el camino de la deconstrucción?
– No es que me preocupe el mensaje o la concientización, creo que eso tiene que surgir naturalmente, y no creo que el arte esté obligado a ser la voz de la concientización. Creo que el arte tiene que ser algo que brota desde adentro y puede describir diversas situaciones del alma y del ser humano y del artista. No tiene que ser obligatorio ni forzado, si surge espontáneamente y naturalmente, bien.
“Soy feliz tocando con mis hijos” asegura Cianciarulo, quién también se define como un escritor “trash clase b literaria”.
-¿Cómo definieron ese componente solidario?
– Tiene que ver con el presente de la banda. En estos dos años donde hemos tocado frecuentemente, sobre todo en Mar del Plata -en el underground de mi ciudad que es donde estoy cuando me corro de Los Cadillacs, donde me gusta estar y donde me hace bien estar-. Estuvimos realizando unos conciertos en la Vinoteca Perrier a beneficio de hogares y comedores de la ciudad. Tocamos junto a mis hijos (Astor y Jaco) y al Tano Gallo, un gran baterista que es un hijo adoptivo más y se conecta con estos conciertos pequeños pero con mucha intensidad, ahínco y corazón donde se sumaron unas increíbles bandas, tuvimos repercusión y al querer grabar la canción, se sumó la empresa Quicksilver colaborando con insumos, Pop Art que editó y publicó de manera increíble y me produjo ejecutivamente la canción y la fundación Camino a Jericó, Red Solidaria y el Hogar Cura Brochero a los que estamos ayudando.
Me parecía bueno ayudar a los que ayudan, no soy yo solidario con mayúscula, creo que todos ellos, los referentes son los verdaderos solidarios, a quienes respeto y tienen mi admiración porque son héroes de la vida cotidiana.
-Como banda familiar, además, ya venían trabajando un mensaje de cuidado del ambiente, especialmente de los ecosistemas marinos ¿Creés que la contundencia del punk ayuda a “martillar” el mensaje?
-La vida está llena de contradicciones, algunas hermosas. La gente puede creer que el punk a veces tiene un arquetipo “violento” y en un punto es real en cuanto a la intensidad de su música y cierto proceder, pero a veces es mucho más violenta una persona de saco y corbata que gobierna y que dice cosas que no corresponden. Me he encontrado gente del hardcore punk con músicas de un sonido super violento -si uno mira de afuera lo que ocurre en un recital puede parecerlo porque están sacudiendo y aflojando estreses- pero en realidad hay unos mensajes sumamente positivos. He encontrado mensajes increíbles de amor, de respeto, de no tolerancia a la injusticia a la xenofobia. De eso está plagado el punk rock. El hardcore ni hablar, fue una de las vertientes que instaló Minor Threat con el no al abuso de drogas, alcohol, violencia, injusticias y lo admiro mucho. Por eso he tocado con bandas de punk rock y lo mío se acerca bastante, musicalmente hablando. Tengo una gran influencia sobre todo cuando toco solista. Ahí está la clave, me gusta. Conciencia puede haber en cualquier tipo de género, pero el punk es un género con mucha humanidad.
– En 2015 lanzaste Sardinista, que me pareció una especie de aventura literaria y musical ¿lo concebiste así? Hay una historia, una introducción, conflicto/dilema, un final, numerosos recursos estilísticos, metafóricos y desde el punto de vista musical, hay una diversidad de géneros e influencias . ¿Una manera de combinar diferentes pasiones?
– Tal cual, coincido con un montón de las descripciones. Si, básicamente y simplificando, Sardinista es una ópera rock que escribí anteriormente a ‘La salvación de Solo y Juan’ con Los Fabulosos Cadillacs y justamente guarda una anécdota, cuando Gaby (Vicentico) vino a casa y yo me encontraba grabando en el estudio en mi casa Sardinista, escuchó unos tracks y me dijo ¿Por qué no hacemos eso con Los Cadillacs? Le dije que me encantaría, de hecho es algo que mucho antes, con Los Cadillacs habíamos pesando como un deseo que quedaba dando vuelta en el limbo de los deseos. Yo lo bajé a tierra y es un disco con un hilo teatral argumental, o sea, tiene una narrativa literaria, una historia, un inicio, un nudo, un desenlace y un finale.
Sardinista tiene la libertad estilística que a mí me gusta practicar, creo que lo vengo haciendo hace muchos años. Creo que al hacer todos los géneros no haces ninguno en especial y eso me encanta. Esa cuestión metafísica y filosófica, me encanta que así sea, tal vez lo aprendí de The Clash en London Calling donde ellos decían ser una banda de punk rock y seguramente lo eran en esencia pero salían con un disco como ese y confundían al publico de género más hermético, cerrado, que se preguntaba qué era eso en lo que encontraban un rockabilly al lado de un reggae, un tema new age, todo junto en una obra única icónica de los 80.
-Mar del Plata es un poco protagonista de esta Opera Rock ¿Es un homenaje también?
-En mi obra hay un montón de Mar del Plata, tal cual, sobre todo en mis libros Surfer Calavera y otros cuentos de misterio, mismo la canción Surfer Calavera que escribí con Los Fabulosos, Mar del Plata es una musa inspiradora eterna, es mi ciudad. Nací en un hospital en Buenos Aires pero me crié en Mar del Plata. Luego mis padres se separaron y viví muchísimo tiempo en Buenos Aires y amé la Capital Federal y todo lo que ocurrió en los 80 pero nunca me sentí de allí, me sentía un placentero forastero, un marplatense en la capital y siempre regresé a ver a mi padre y estando a mayor cantidad de tiempo posible -lo que el año lectivo o laboral me dejase-. Más allá de vivirla, que podría haber sido volcado o no en la literatura o en los discos, también ha sido, es y será una fuente eterna de inspiración porque es una ciudad de una belleza abrumadora.
-Alfonsina Storni aparece bastante, también, en tu obra ¿Te influencia la escritora?
– Me place contestar estas cosas que tienen que ver con mi obra. Alfonsina es recurrente y aparece en mi obra tanto en mis libros como en las canciones, Alfonsina tiene que ver con una imagen de cuando era muy chico y salía con mis papás a almorzar los domingos y pasear y, siempre, donde está el monumento a Alfosina, me decían que estaba, precisamente, donde creían que en línea recta ella se había introducido en el mar. De chico me provocaba una especie de fascinación y a la vez me llenaba de un halo de misterio. Era como una atracción misteriosa y fascinante al mismo tiempo.
De más grande me introduje en su lectura y enseguida terminó siendo una de mis poetas favoritas.
“El dulce daño” fue uno de mis libros favoritos pero cualquier antología de ella me subyuga muchísimo y quedó enraizada a la historia marplatense y aquella canción maravillosa con letra de Felix Luna es inobjetablemente una obra de arte.
Alfonsina es otra de las grandes musas inspiradoras, aunque creo que cuando escribo no pretendo ni estoy a la altura. Soy un escritor trash clase b literaria pero creo que eso es lindo también y por eso no hago poesía, por respeto a la poesía. Mi próximo libro se llamará Sonidero antipoeta volumen dos y lo de antipoeta es, justamente, por respeto a Alfonsina y tantos otros poetas. Hay mucha poesía dando vueltas, pero poco poeta y ella es una de las grandes poetas de este planeta.
En 2016, con dos de sus libros.
-Sos muy lector ¿Hay otros autores o autoras que te hayan marcado?
– No sé si soy muy lector pero leer me encanta y considero que no es un patrimonio de las personas intelectuales, lo que no considero ser. Leo libros porque de chico me lo inculcaron, mi abuela, hija de italianos, fue al colegio hasta primer grado, después la sacaron y de joven se autocultivó, se autoeducó y era una persona que leía todo el día, leía clásicos y escuchaba música clásica en Radio Nacional y era cultísima, vos hablabas con ella y guau, me quedó eso, la cultura y el gusto por los libros. Hay un montón de autores, Sábato, Alfonsina, Borges, me gusta mucho la literatura de terror, ahora estoy leyendo a Mariana Enriquez autora argentina que ha hecho una obra de terror hermosa que estoy disfrutando en esta cuarentena.
-Entre Sardinista y (y la gira del año pasado) y “Lo felicito es una niña” ¿por dónde los ha llevado la creación? ¿Están trabajando en nuevo disco?
-Sardinista fue el último disco, tal cual, y me pareció bien quedar ahí por ahora. Lo que hemos grabado es el single, creo que son las épocas de singles. No he planteado disco nuevo, Si los Cianciarulo tenemos 5 o 6 proyectos dando vueltas que a veces somos los mismos personajes intercambiando instrumentos: Sotana con el que si grabamos disco hace poco, Visión que es la banda de mis hijos -mi backing band sin mí, por decirlo de alguna manera- Sr Flavio, con los Visión acompañándome, Los marplas en los que entra mi hija Cocó en bajo. Todo se relaciona, se linkea y a la vez son distintos estilos musicales, pero concretamente de Sr Flavio lo último fue la versión de Vos sabés.
-Por último, ¿El rock va a salvar el mundo como dice la chamana punk?
-Si, tal cual, la música salvará al mundo, como dice chamana punk y entendamos esto como una simbología, una metáfora. Alguien me lo ha refutado como diciendo eh, la música no va a salvar al mundo… obviamente no es una frase de estrategia militar ni política, funciona en la magia y sobre todo salvar el mundo de cada persona, tu propio mundo, mi propio mundo, el arte puede salvar el mundo, mirar un árbol, mecerse con el viento puede salvar el mundo. Si salvamos al mundo a través de pequeñeces, quizás logremos una cosa inmensa y planetaria.