El intendente Guillermo Montenegro aseguró que Mar del Plata es “la mosca blanca” debido a que es una ciudad con más de 500 mil habitantes que no tiene circulación comunitaria de coronavirus.

El intendente mencionó que está trabajando “junto con la Provincia y con la Nación” para “reactivar algunas actividades”, con la intención de “empezar a tener una actividad económica progresiva, pausada, ordenada, dentro de los protocolos”.

“Veo que todos los vecinos de Mar del Plata, Batán y Sierras fueron muy exigentes durante toda la cuarentena, con el distanciamiento social, con el lavado de las manos. Esto lo que generó es que estemos en una situación epidemiológica realmente muy aceptable, y esto es lo que genera también la posibilidad de empezar a pensar seriamente la salida pausada pero con mucha firmeza para volver a la actividad”, señaló el intendente en una entrevista con Canal 2.

El jefe comunal sostuvo que en Mar del Plata “hay más movimiento” que en el inicio de la cuarentena, pero aclaró que “es un movimiento absolutamente controlado”.

Advirtió que el municipio seguirá siendo “muy exigente” con los ingresos a la ciudad. En esa línea, subrayó que los retenes que se dispusieron en los accesos con policías y funcionarios municipales “son importantes para que no haya circulación viral”.

“Somos la mosca blanca: una ciudad de más de 500 mil habitantes que no tiene circulación viral. En otras ciudades sí la tienen”, comparó. “Hemos logrado esto y por eso estamos trabajando en otros protocolos”.

El intendente ratificó que esos documentos que se elevan a consideración de la Provincia consideran desde que el trabajador sale de su casa y desempeña su labor hasta que regresa.

“Estamos pensando todos los días cuál es la mejor forma de generar una actividad y que esa actividad no le genere una complicación más a los comerciantes, sabiendo la importancia de la salud y la vida de la gente”, sostuvo. Y recordó que Mar del Plata es una de las ciudades con más porcentaje de adultos mayores, el principal grupo de riesgo del Covid-19.

Consultado sobre el regreso de la actividad comercial, solicitó “paciencia”. “Que la espera sea con confianza. Estamos trabajando en un protocolo del comercio minorista, para ver cuánta gente puede entrar, cuánta puede estar afuera, si se usan los probadores o no”, afirmó. Pero insistió en que no es conveniente apurarse porque “se puede tirar para atrás en un rato” lo conseguido hasta el momento.

Como había advertido la semana pasada, puntualizó que el municipio “será exigente” con las actividades que vuelvan. “Si la curva de contagios, que hoy está absolutamente aplanada, se llega a mover, automáticamente volvemos para atrás”, alertó.

Aunque la ciudad no tiene circulación comunitaria, eso no quiere decir que esté a salvo. “Somos el principal puerto pesquero de la Argentina, somos el principal cordón frutihortícola de la provincia. Hay circulación de gente. En algún punto el virus puede llegar a penetrar”, admitió.