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Gastronomía 3 de mayo de 2020

Club de amantes de la buena cocina lanza el primer mercado virtual del país

Dueños de restaurantes y negocios gastronómicos reunidos en la página de Facebook Buena Morfa Social Club comienzan por estas horas a pensar la postpandemia y cómo seguir en un mundo nuevo e incierto.

por Alba Silva

Un club en redes sociales de cocineros y amantes del buen comer, Buena Morfa Social Club (BMSF), lanzará el primer mercado virtual gastronómico del país a través de una aplicación que, además, presentará Chasqui, un nuevo servicio de reparto a domicilio de alimentos.

Dueños de restaurantes y negocios gastronómicos reunidos en la página de Facebook que alcanza los 70 mil miembros -creada hace ocho años por Marcelo Crivelli- presenta experiencias culinarias, recomienda bodegones, genera encendidos debates y, también, se hace eco de las devastadoras consecuencias económicas que la cuarentena por el coronavirus impuso.

Obsesionados por la calidad de sus platos y apenas saliendo de la conmoción por la dureza del aislamiento social, preventivo y obligatorio -sin cuestionarlo-, que de la noche a la mañana arrebató los ingresos a todo el sector, comienzan por estas horas a pensar la postpandemia y cómo seguir en un mundo nuevo e incierto.

Por ejemplo Pilar, dueña de Gula, en Saavedra, contó a Télam que por la cuarentena cerraron: “Tenemos productos de calidad, medialunas que siempre están tibias, esponjosas y almibaradas que no podíamos adaptar a una opción ‘para llevar’. Sabemos que calidad y presentación son irreproducibles y que entregar café frío o mal presentado, french toast desinfladas o waffles fríos no es una opción para nosotros”.

Pero si la calidad es un tema el otro es la economía y el sostenimiento de locales y empleados así como el pago de impuestos y en general la adaptación a nuevas reglas de juego que, por otra parte, nadie sabe cuánto tiempo durarán.

Las reacciones fueron variadas según detalla a esta agencia Crivelli: “Están los que decidieron cerrar y esperar pagando a los empleados; otros suspendieron pasantes; otros se reconvierten al delivery con apps o reparten con el autito familiar; otros tienen retiro en el lugar y algunos descubrieron que era más barato quedarse en casa porque es una industria con márgenes muy bajos o sea, se trabaja mucho para ganar porcentualmente poco”.

El obligado cambio que se desarrolla presenta inconvenientes serios para los negocios como el porcentaje que se llevan las empresas de delivery; por eso para Gonzalo Cavalli, del bar Te Amaré ubicado en el Mercadillo de Colegiales, “llegó el momento de organizarnos” y llamó a sus colegas a decir a las apps: “Se les acabó el 30%” que cobran por llevar la comida a los clientes porque “es abusivo. Prácticamente son socios”, se puede leer en la página de Facebook.

Crivelli por su parte comentó que entre las distintas formas que adquirió por estos días el camino para llegar a los clientes va desde el simple hecho de “llevar la comida a las casas” a la combinación de productos en una sola caja el caso del chef Paolo Spertino de Renato Cucina ubicado en el barrio de Villa Pueyrredón.

Spertino le contó a Télam: “Teníamos una linda clientela generada a la largo de los años y tuvimos que reinventarnos con el delivery. Pensamos cómo hacer para mantener lo que construimos, los gastos, los sueldos, los alquileres y gastos fijos de un restaurante así que vendemos pastas que fabricamos junto con otros productos y salsas que pueden cocinar en sus casas. Ofrecemos a los clientes gastar menos y comer algo de excelente calidad”.

También hay casos, detalló Crivelli, como Niño Gordo -ubicado en Palermo Viejo- que propone “una experiencia para que no lo vivas como un delivery de comida. Te envían un farolito rojo que podés prender en tu casa y una app para que veas en tu celu como si estuvieras entrando al restaurante” o los que hacen ventas futuras como Santa Evita que “vende el locro del 9 de julio en forma anticipada”.

Crivelli, que en la primera quincena de mayo lanzará el Primer Mercado Virtual Gastronómico del país como una forma clara de enfrentar una situación inédita e inesperada y con posibilidades de continuar o repetirse a futuro ratificó, de todos modos, el optimismo y la fuerza de un sector vital y necesario en la vida comunitaria argentina.

“Cocineros, productores, proveedores y amantes del buen vivir y el buen comer tendrán con la plataforma la posibilidad de encontrarse y buscar lo que quieran en un solo lugar, una plataforma que además tendrá a Chasqui como la app para el delivery sin precios abusivos”, añadió al destacar que la iniciativa es “liderada” por BMSC.

Finalmente, reflexionó: “Hay cambios en el mercado y todos sabemos que nada volverá a ser como era. No conozco ningún empresario gastronómico que esté pidiendo limosna a los estados pero si creo que para cuando esto pase tenemos que potenciar a este sector, que es un gran motor de empleo que cuando crece contrata mano de obra y está estrechamente ligado con nuestra vida cultural y el turismo en el que Argentina tiene mucho futuro”.

Télam.