Un trabajo silencioso, solidario y descomunal vienen realizando centenares de marplatenses en lo referente a la ayuda social para los más necesitados en estas horas. Se duplicó la cantidad de gente que necesita ayuda alimentaria en distintos barrios de una ciudad que ya venía castigada antes de la pandemia, con casi un tercio de la población sumergido en la pobreza, una desocupación del 11 por ciento y una subocupación de casi el 18 por ciento. Hay cifras que son más que elocuentes. Como se informó en LA CAPITAL, dos de cada cinco familias de la ciudad contarán este mes con el IFE (Ingreso Familia de Emergencia) de 10 mil pesos otorgado por Anses. Se estima en 99 mil el número de marplatenses que fueron autorizados a percibir este aporte –el Gobierno analiza la reiteración en mayo del beneficio que este mes cobrarán casi 8 millones de personas-, cantidad que se conforma con 25 mil personas que además perciben la Asignación Universal por Hijo y otras 74.178 entre las que se encuentran asalariados informales, monotribustas de las categorías mas bajas, trabajadores de casas particulares y desempleados que no cobran ninguna otra asignación del Estado. “La demanda de ayuda es muy grande”, refieren desde distintas entidades intermedias.

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En este contexto, encabezada por el secretario de Gobierno, Santiago Bonifatti –se resaltó el trabajo que viene realizando con todo su equipo-, intensa tarea viene desarrollando la mesa social que integran todas las organizaciones sociales, la iglesia Católica, las evangélicas, la Universidad Nacional de Mar del Plata y un sinnúmero de comederos y merenderos donde se crearon los centros barriales de emergencia. La conformación de estos últimos espacios barriales apunta a tener un diagnóstico cercano de lo que ocurre en cada sector, donde la mayor preocupación pasa por la provisión de alimentos e insumos sanitarios. Agentes municipales, en forma cotidiana, como así también representantes de distintas instituciones y entidades locales, entregan en los domicilios de las personas más afectadas bolsones de alimentos no perecederos y víveres frescos, además de elementos sanitarios.

“Más solidarios que nunca. Los marplatenses otra vez estamos ayudando y dando una mano a quienes más lo necesitan”, señalaba la concejal Vilma Baragiola en el Mercado Frutihortícola, hasta donde llegó para pedir donaciones que luego son trasladas a los más necesitados. Vilma, al igual que algunos de sus pares, lejos están de “esconderse” en estas horas, y por el contrario, se muestran más que activos, no sólo articulando con el Departamento Ejecutivo sino haciéndose presentes en el “territorio”, asumiendo roles a los que los lleva esta inédita situación por la pandemia. Ariel Martínez Bordaisco, Marcos Gutiérrez, Ariel Ciano, Horacio Taccone, Paula Mantero, Alejandro Carrancio y la misma Baragiola, tienen asistencia perfecta al edificio municipal desde que se inició la cuarentena, mostrando amplia predisposición para colaborar en lo que sea necesario. Por las tardes, a todos ellos se los encuentra participando en distintas acciones relacionadas con la ayuda. Nicolás Lauria, Agustín Neme, Cristina Coria, Marina Santoro, Virginia Sívori, Marianela Romero también ponen el hombro en estas horas difíciles.

Todo comenzó entre tres o cuatro personas, que coincidieron en la necesidad de unirse para tratar de hacer su aporte en estas horas. Rápidamente se multiplicó el numero de interesados y se fueron sumando en un grupo de Whatsapp. “Estamos acostumbrados a producir, a innovar y a arriesgar. Ahora debemos unirnos y ayudar”, escribió uno de ellos. Hoy, la denominada “Red de recursos Covid 19”, cuenta con más de 250 miembros, entre comerciantes, empresarios, industriales y profesionales que se comprometieron a aportar casi 22 millones de pesos, al tiempo que más de la mitad de ese monto ya se invirtió en distintas compras. El nexo con la comuna es el secretario de Producción, Fernando Muro (otro de los funcionarios que trabajan sin mirar el reloj al igual que Antonella Fassano y Crstian Beneito, de Desarrollo Social), quien hace llegar las demandas que luego se analizan en el grupo. “La Municipalidad no percibe dinero, sólo mercaderías o servicios que se prestan desde allí”, aclaró el funcionario.

“Hay un apoyo notable, sorprendente. Y no sólo de mercaderías. Es el sector privado de Mar del Plata que no permanece al margen de las preocupaciones que estamos viviendo”, sostienen cerca del intendente sobre la labor de esta red. “Acá nadie quiere prensa. Sólo laburar y ayudar en lo que sea pueda”, dicen desde el grupo de Whatsapp. Las donaciones y adquisiciones de materiales se han multiplicado en las últimas semanas. Entre otras cosas, ya entregaron a las autoridades municipales, para su distribución, 220 rollos de tela, 30 mil rollos de papel higiénico, 12.500 pastillas de jabón, 1.055 bidones de cloro, 7.700 litros de lavandina, 120 mil guantes de látex, 2.500 barbijos N95, 20 mil bolsas de residuos patológicos, un motor nuevo para una ambulancia, 19 mil kilos de leche en polvo, 1.620 kilos de puré disecado, para 27 mil raciones, 120 mil kilos de alimentos, 1.200 kilos de pan por semana, 40 mil litros de alcohol en gel, 5.000 kilos de azúcar, 38 rollos de polipropileno, 8.000 pastillas de jabón de tocador y 500 bolsas de 7 kilos de hortalizas cada una. Además, desde ese grupo se adquirieron 25 módulos de fumigación, 10 mil kilos de papas, 42 mil unidades de Havanna, 1.000 latas de conservas de pescado, 300 sandalias crocs, se abonaron 1.500 horas de personal de seguridad y un móvil, kits de seguridad, artículos de ferretería, 450 mamelucos de seguridad para salud y envases para alcohol en gel.