La irrupción del coronavirus en el mundo dejó en evidencia la importancia de estar preparados. Es por eso que el área de Obstetricia del Hospital Privado de Comunidad (HPC) ya se encuentra preparando un protocolo de atención en el parto para las embarazadas que presenten sospecha o diagnóstico positivo de Covid-19.

La noticia la confirmó a LA CAPITAL el jefe de Obstetricia del HPC, Javier Raigada (Mat. 94755), quien aseguró que las medidas están siendo evaluadas por los especialistas. De todas maneras, el profesional aseguró que hasta el momento no solo no tienen registrados casos, sino que todos los estudios hechos hasta el momento en el mundo advierten que los bebés contagiados adquirieron el virus por “contacto estrecho” y no por “transmisión vertical”.

“Se está trabajando en una sala de parto particular para esos casos. Pero es importante destacar que no es lo mismo lo ocurre ahora con las embarazadas que lo que pasó con la gripe A, que las afectaba directamente. Esto que vivimos hoy avanza rápido y hay muy poca evidencia científica aún, sin embargo, lo que se puede ver en grandes poblaciones en las que se han estudiado grupo de embarazadas es que el virus no es tan agresivo con ellas“, indicó Raigada.

Y agregó: “Tampoco se han visto complicaciones en el embarazo en torno a lo morfológico del bebé. Por el momento, no hay comprobada transmisión vertical. Es decir, si la madre tuviera diagnóstico de coronavirus, no se transmite al bebé, según se comprueba de los nacimientos hasta el momento. Lo casos de bebés contagiados es por contacto estrecho”.

En este sentido, el jefe de Obstetricia del HPC aseguró que las recomendaciones sanitarias que se les da a las embarazadas son las mismas que debe cumplir el resto de la población: lavados de manos constante, aislamiento social, usar barbijo en lugares en donde hay mucha gente, entre otras.

Por otra parte, Raigada aseguró que el contexto por el coronavirus obligó a modificar algunas medidas de prevención en la actividad. “En esta especialidad en particular no hay tanto espacio para las licencias: las pacientes obstétricas no tienen día, no tienen hora, no hay cuarentena”, señaló.

En este sentido, aseguró que en el HPC se siguió trabajando “a un ritmo tal que asegurara la buena atención y una atención completa, con la idea de intentar disminuir el riesgo de contagio, tanto para las pacientes como para nosotros”.

Fue así que una de las primeras medidas tomadas por el hospital fue la de disminuir la cantidad de personas que acompañan a los pacientes y circulan dentro del edificio.

“Lo que hicimos en obstetricia fue elaborar un protocolo de atención tratando de jerarquizar aquellas personas que están cercanas al parto, frente a aquellas con las que hay más tiempo y es posible, al menos por algunas semanas, hacer el seguimiento por whatsapp. Pero el compromiso con las pacientes que no están de término continúa: las llamamos a las casas y estamos disponibles y acompañándolas”, indicó.

Además, a aquellas que sí o sí debían ir a los controles, se les pidió que solo vayan acompañadas por una sola persona, algo que puede mantenerse en el HPC por la dimensión de los consultorios que permiten el distanciamiento social.

“Lo único que cambió es el ‘evento social’ que implica el nacimiento de un bebé. Creo que eso es lo que más se ve limitado en esta situación. No hay posibilidad de visita, y quizás sucede que abuelos no ven a sus nietos recién nacido hasta dentro de 20 días. Acá las redes sociales ayudaron muchísimo”, aseguró el médico, quien también incentiva a las madres y padres a ver el “vaso medio lleno” de esta situación.

“Muchas veces sucede que la embarazada que recién ha tenido se siente un poco invadida por el deseo de los otros de conocer a su hijo, por eso intentamos que esta situación tan particular sea aprovechada para que la familia lo viva en la intimidad del núcleo familiar e intentar no notar tanto la falta del resto”, concluyó.