CERRAR

La Capital - Logo

× El País El Mundo La Zona Cultura Tecnología Gastronomía Salud Interés General La Ciudad Deportes Arte y Espectáculos Policiales Cartelera Fotos de Familia Clasificados Fúnebres
Deportes 21 de julio de 2016

“Cópiense de Juan”

El presidente del Comité Olímpico Argentino, Gerardo Werthein, en diálogo mano a mano con LA CAPITAL después de la conferencia de prensa que brindó en la sede del COA

Por Vito Amalfitano
Desde Buenos Aires

“No quiero caer en lugares comunes pero considero que Argentina ya ganó en estos Juegos, porque pasamos de 138 participantes a 212 en el cierre del primer ciclo del Enard (Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo)”, manifestó el presidente del Comité Olímpico Argentino, Gerardo Werthein, en diálogo mano a mano con LA CAPITAL después de la conferencia de prensa que brindó en la sede del COA, junto al secretario de Deportes de la Nación, Carlos Javier Mac Allister, en el marco de la ceremonia en la que se entregaron las credenciales a los periodistas que estaremos en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
A ambos, antes, en la conferencia, LA CAPITAL les preguntó si el Enard no era un ejemplo de política de Estado, de lo que se habla tanto en la Argentina y que poco se cumple. Werthein se mostró absolutamente de acuerdo, y destacó las bondades de este programa, que fue creado junto al Gobierno nacional anterior, cuando el secretario de Deportes era Claudio Morresi. Y Mac Allister dijo que “cuando las cosas están bien, hay que dejarlas así, y cuando están mal, hay que cambiarlas”, aunque se ocupó en dejar establecida una distancia porque, según él, “quedaron muchas deficiencias de infraestructura”.
Después, la charla de este medio directamente con Werthein, giró más directamente en torno a la participación de los argentinos en general en los Juegos de Río, y de los marplatenses en particular.
-¿Cuáles son las expectativas concretas del presidente del Comité Olímpico Argentino con respecto a la participación en Río 2016?
-Creo que llegamos aún mejor que a Londres y que hay varios deportistas en condiciones de conseguir medallas, pero esas al final son estimaciones que pueden hacerse el mismo día de competencia. Y en muchos casos depende de los cruces eliminatorios que tengan. Igual, no quiero caer en lugares comunes pero considero que Argentina ya ganó en estos Juegos, porque pasamos de 138 participantes a 212 en el cierre del primer ciclo olímpico del Enard. Estos Juegos representan el primer ciclo completo del Enard. Y la verdad es que estamos muy satisfechos con los objetivos que nos trazamos y se cumplieron. La cifra de argentinos que participarán es casi la misma que el récord histórico (213 en Londres 1948) de Argentina en unos Juegos Olímpicos. Por otra parte, ésta será una delegación balanceada; tendrá deportistas que están en la parte final de su carrera en un 30%; un 40% que está en la mitad y para otro 30% serán sus primeros Juegos. Se pudieron hacer giras y se proyectaron viajes para deportes colectivos y también en forma individual. Pero el presupuesto deportivo sigue siendo exiguo, por lo que continuamos reclamando porque en Argentina haya un Ministerio de Deportes que tenga un presupuesto claro y disponible. Pero independientemente de esto, que es una discusión para después de los Juegos, tenemos cifradas muy buenas expectativas con todos los deportistas y equipos argentinos. No quiero particularizar, pero en una de las pruebas más importantes de los Juegos Olímpicos, en natación, estamos ante el hecho histórico de un argentino en condiciones ciertas de aspirar a un podio, con Federico Gabrich. El ya es un orgullo para Argentina, hizo podios mundialistas, y hace todo con una gran seriedad y aplicación.
-¿Qué le parece que quedó por mejorar, o alguna asignatura pendiente?
-Siempre hay cosas que mejorar. Lo importante es aceptar las críticas y aprender. En el Enard hay muchas cosas para mejorar y aprender. Por ejemplo, creo que hay que “aggiornar” el sistema de becas. Ampliar la base de beneficiarios del seguro de salud, porque hay que recordar que los deportistas no tienen obra social ni ninguna protección médica y hacen algo de riesgo. Yo diría que también es muy difícil autojuzgarse después de haber trabajado tanto. Se ha trabajado muy bien y creo que los mejores jueces en esto son los deportistas. Sí creo que hay deberes y obligaciones en los que tenemos que ajustar clavijas. Por ejemplo, si sos parte de un equipo en Italia, el peso lo tenés que dar a la mañana y a la noche. Esto marca la rigurosidad, la disciplina, la contracción al trabajo. Cuando un deportista es becario, recibe todos los ingresos y tiene todos los beneficios, entonces también tiene que estar dispuesto a una evaluación permanente. Si saliste del estándar al que tenías que llegar, pues tendrás la obligación de reposicionarte para aspirar a mantener una beca de la misma índole. Tiene que haber un ida y vuelta.
-¿Por qué es recurrente en Argentina esto de quejarse de lo que le aportan o ayudan algunas federaciones?
-Yo creo que todos los dirigentes ponen lo mejor de sí. Pero a veces no alcanza. Hay que profundizar la profesionalización, y que no sea electoral. Tiene que haber un funcionario de carrera que trabaje para la federación. En un deporte no podemos cambiar cada cuatro años. Por otra parte, hay que considerar que el deportista olímpico antes no contaba con recursos y tuvo que autogestionarse su propia carrera. Es artífice de su propio destino y necesariamente tiene que estar en contacto con federaciones, gobiernos, para buscar respaldos. Vos tenés que formatear tu gira previa, por ejemplo, y tu preparación. Vos sabés como deportista cómo y contra quién te tenés que medir y por eso a veces reclamás un apoyo extra para esa preparación. Por ejemplo, con Sebastián Crismanich, después de haber ganado la medalla de oro fuimos a cenar y me confesó: “Mirá Gerardo, yo nunca hubiera sido campeón olímpico si ustedes no me hubieran financiado la gira previa. Porque yo, por ejemplo, al armenio que le gané acá ya le conocía todas las mañas. Sabía que era un tipo muy fuerte, sabía que tenía que aguantarme una paliza primero para desgastarlo y después atenderlo”. Por eso creo que los deportistas tienen que tener un lugar en las federaciones y opinar y aportar experiencias, porque saben de las necesidades de los deportistas. Por eso, en otro plano, es muy importante lo que hoy transmiten Juan (Curuchet) y Nora (Vega) como oficiales de atletas.
-¿Cómo es eso que lanzó en la conferencia de apuntar a contar con un “clon del Enard”?
-Pienso en un organismo que se financie con algún nuevo mecanismo, estamos evaluando algunas alternativas. La idea es que se gestione entre la Secretaría y el Comité Olímpico. Tenemos que hacer un plan de desarrollo nacional. Ver dónde se necesita un Centro. Y qué se requiere en ese Centro. Y cuánta gente practicará ahí, evaluar el alojamiento. Y todo esto ejecutarlo rápido. Un ejemplo: cuando fuimos a Concordia, después de que Braian (Toledo) había ganado la medalla de oro en Singapur, había un montón de pibes esperándolo con jabalinas más que básicas, y chicas lanzando un martillo en una especie de potrero. El intendente me explicó cómo trabajaban con los pibes para estimularlos. Y allí ya hay una pista de atletismo, una jaula, se va a poner una cancha de hockey, una de rugby. Esto debemos replicarlo. Vamos a volver al régimen de los intercolegiales, de las ligas interregionales. Y hay que aprovechar que se vienen los Juegos de la Juventud para 2018. Cuando hablás de pibes, todos se suman. Santa Fe hace algo que son las Olimpíadas Juveniles. En las últimas participaron 300.000 chicos. Hay muchos ejemplos a seguir?
-Hablando de “clones”, algo de lo que muchas veces se habló pero que no se terminó de concretar del todo? ¿El Complejo Panamericano de Mar del Plata se puede transformar en uno de esos Cenard regionales en los que se está pensando?
-Bueno, ustedes ya han visto cómo quedó la pista de atletismo, cómo quedó la cancha de hockey. Para nosotros Mar del Plata es una ciudad icónica en el deporte. Los Juegos Panamericanos marcaron un hito y nos dejaron infraestructura. Y me parece que hay que seguir trabajando e invirtiendo en ese parque panamericano. Además, tenemos una obra pendiente con Mar del Plata, que es cubrir el Velódromo, techarlo. Esta es una obra que le debemos a Mar del Plata y que le debemos a los Curuchet por todo lo que hicieron por el deporte del país. Y se lo debemos al ciclismo, porque quizá ahí y no en otro lugar es donde vale la pena invertir porque tenemos ya un buen velódromo. Creo que es una obra no demasiado cara. Porque las obras no tienen que ser caras, tienen que ser efectivas, eficientes, útiles. Ahí tenemos una gran oportunidad.
-Vemos que sigue de cerca cada participación particular. ¿Qué mensaje le daría específicamente a los deportistas marplatenses que van a participar en los Juegos?
-Todos han trabajado con mucho entusiasmo. El otro día vi que Juan Curuchet los recibió y los despidió en su Fundación. Es una persona que a mí me impresiona mucho porque cuando volvió de los Juegos, en la primera charla que tuvimos casi llorando me dijo, “soy campeón olímpico pero no tengo para hacer un baño para mis pibes”. Y con los primeros pesos que agarró, en vez de hacer el baño, hizo una Fundación. Y la plata, en vez de quedársela, dijo “se la voy a dar a estos pibes para que no les pase lo que me pasó a mí”. Dijo: “A partir de ahora voy a trabajar en armar una Fundación para apoyar a los deportistas marplatenses”. Y el otro día, cuando vi que hacía la despedida a los deportistas me emocionó mucho y me acordé de esa charla. Yo el mensaje que les puedo dar a los deportistas marplatenses que van a los Juegos es “síganlo a Juan”. Es el mejor referente, reúne las mejores condiciones que un deportista debe tener: humanas, profesionales y de sensibilidad social. Realmente únicas. Ese es mi mensaje. Cópiense de Juan.



Lo más visto hoy