Dua Lipa hace de la nostalgia un placer chispeante para “mujeres alfa”
"Future Nostalgia" es un álbum "para hacer bailar al mundo".
Dua Lipa.
por Javier Herrero
Un brindis al pop (sobre todo de los años 80) para “mujeres alfa”, sexual, chispeante y raudo, que más que escucharse, se bebe. Así es “Future Nostalgia”, el esperado segundo disco de Dua Lipa que, tras su filtración, adelanta su salida al mercado a este viernes.
Sin poder evitar las lágrimas, su autora e intérprete así lo anunciaba esta semana en un encuentro en el que además ofreció algunos detalles más sobre el trabajo sucesor de “Dua Lipa” (2017), que la convirtió en una de las nuevas grandes voces de la escena global, con numerosos temas de éxito como “New Rules”.
Por si esas no fuesen razones suficientes para hacer de este uno de los álbumes más esperados de 2020, en los últimos meses vieron la luz varios sencillos de anticipo que no podían haber caldeado mejor el ambiente, el último, “Break My Heart”, que se nutre del célebre “riff” descendiente de “Need You Tonight” de los australianos INXS.
Con todos ellos, asentó las coordenadas de lo que estaba por llegar: una revisión a fecha actual de la música que creció escuchando (Outkast, No Doubt, Blondie, Jamiroquai…), con especial incidencia en la música disco.
Porque “Future Nostalgia” es un álbum “para hacer bailar al mundo”, como indicaba Lipa, que ha contado con una nutrida nómina de profesionales, entre los que destaca el británico Stuart Price, habitual colaborador de The Killers y coartífice de álbumes como “Confessions on a Dance Floor” (2005) de Madonna y “Aphrodite” (2010) de Kylie Minogue.
Cabe señalar entre sus productores también al estadounidense Jeff Bhasker, corresponsable de los discos más celebrados del rapero Kanye West y de los dos en solitario de Harry Styles, así como viejos conocidos como Ian Kirkpatrick, que imprimió su huella en “New Rules”, y el equipo The Monsters and the Strangerz.
En su misión nostálgica no hay dúos esta vez, pero sí préstamos muy reconocibles de clásicos de la música. Así, además de los citados guiños a “Physical” y “Need You Tonight”, en el disco-funk de “Love Again” se distingue perfectamente el noventero comienzo de “Your Woman” de White Town.
El resultado son poco más de 37 minutos cohesionados pese a la diversidad de talentos implicados, que discurre veloz sin baladas ni rellenos y que, a su término, deja ganas de volver a pulsar el reproductor hacia ese arranque con los ya conocidos “Future Nostalgia” y “Don’t Start Now”.
Del primer corte dijo en su día que era “un divertimento” para “mujeres alfa”, una actitud enérgica y desinhibida que mantiene en todo el disco en cuanto fémina liberada y dueña de su deseo sexual, ambiciosa y osada también frente al amor y su eventual fracaso.
Muy bien recibido fue “Physical”, que rendía tributo al corte del mismo nombre popularizado por Olivia Newton-John y que contaba con un cuidadísimo video grabado en Barcelona por la productora española Canadá, la misma de Rosalía, con numerosos guiños (como ese “fuet” escrito en la espalda de uno de los bailarines) y metáforas sobre la atracción sexual.
“Let’s Get Physical!”, irrumpe la artista entre sintetizadores en esta canción, una proclama poco propicia en tiempos de coronavirus o, quizás por ello, aún más deseable y sugerente.
En ese sentido, el disco está lleno de referencias al contacto carnal: “We don’t know how to talk, but damn we know how to f**k” (no sabemos cómo hablar, pero demonios, sí sabemos cómo f*ll*r”) canta en “Good In Bed”, mientras en “Pretty Please” avisa: “I need your hands on me, sweet relief” (necesito tus manos sobre mí, dulce respiro).
“Estoy ardiendo sobre ti, al mando de lo que hago”, insiste en la contagiosa “Cool”.
Pero que “Future Nostalgia” sea un disco ligero y predominantemente evasivo no significa que esté falto de contenido social. Así, en “Boys Will Be Boys”, el último corte, la artista habla del acoso “y de lo que supone ser una chica que tiene que evitar la confrontación con los hombres”.
Es una señal más del alzamiento de esta artista alumbrada como tal en plena postadolescencia, bregando en reuniones llenas de ejecutivos masculinos que le doblaban la edad. Frente a aquellos tiempos, Lipa se revela ahora confiada y más fuerte, tras haber encontrado su propia voz en la industria.
EFE.