por Víctor Molinero

Twitter: @vhmolinero
La dolorosa derrota de Aldosivi ante Racing en la apertura de la Copa de la Superliga dejó varias aristas para desmenuzar.

El equipo marplatense tuvo un arranque de partido sensacional en un estadio José María Minella vacío por las restricciones que genera la pandemia del coronavirus. A los 11′ estaba 2-0 al frente ante un equipo que asoma para pelear de igual a igual con los dos gigantes del fútbol argentino: Boca y River.

Lo consiguió con una presión asfixiante y una contundencia envidiable. Pero esa intensidad para incomodar a Racing en cada sector del campo durante los primeros 30′ pasó factura.

Y los de Sebastián Beccacece, con un plantel jerarquizado, reaccionaron pero no pudieron marcar en los 15′ finales de la etapa inicial y lo terminaron dando vuelta con un gol en el último minuto de los siete adicionados por Fernando Rapallini (el árbitro dio 6′ en primera instancia y luego agregó otro tras la expulsión de Ruiz y la atención de un par de lesionados).

Racing es más que Aldosivi. Se sabía de antemano, claro está. Sin embargo el conjunto marplatense lo puso en apuros durante un buen rato. Hasta que comenzó a repetirse en errores individuales que pagó carísimo. Por caso de fallas de Nicolás Bazzana y Fernando Evangelista llegaron sendos goles académicos.

Y ahí vale detenerse en la cuestión de la zaga central de este Aldosivi 2019/2020. Así como en la campaña anterior había encontrado en la dupla Emiliano Amor / Leonel Galeano un sello de garantía, este año Gustavo Alvarez primero y Guillermo Hoyos desde su llegada sufrieron en ese sector clave para afianzar a un equipo.

Es que Galeano (no es infalible ni mucho menos pero sí más confiable), es el único que al menos demostró estar a la altura de las circunstancias. Su compañero de zaga natural, el hoy lesionado Marcos Miers, no rindió tal como se esperaba. Pero más flojos fueron sus ocasionales reemplazantes, Bazzana, Evangelista cuando se lo necesitó en esa zona (teniendo en cuenta que es lateral) y Mario López Quintana, quien llegó como refuerzo este verano y jugó poco y mal.

El otro central que convive en el plantel, Caín Fara, entró al equipo cuando el plantel perdió por lesión a sus dos laterales derechos (Emanuel Iñíguez y Nahuel Yeri) y se afianzó en esa posición. Ahora bien, con las dudas que genera el resto y a partir de la disponibilidad ahora sí de dos laterales naturales, ¿no sería tiempo de mandar a Fara a la zaga?

Hoyos lo hizo un rato el domingo, cuando quiso aguantar el resultado que hasta entonces le favorecía. Pero dudó a la hora de meter a Iñiguez (porque no quiso gastar el último cambio a raíz de los problemas musculares que acusaba Fabián Assmann) y lo pagó caro. Es que por esa zona quedó un vacío (Nazareno Solís intentó dar una mano pero poco pudo hacer) y Racing lo aprovechó. Después sí terminó con el de Pirán en cancha y una defensa de cinco hombres que, de todas maneras, permitió el cabezazo ganador del pibe Carlos Alcaraz en la última jugada del partido (le ganó en el salto a la marca de Federico Gino).

Ahora bien, pensando a futuro, habrá que ver la evolución de Galeano y Miers, los dos con dolencias físicas. El de Miramar tuvo que dejar la cancha lesionado y lo reemplazó un Evangelista que se equivocó feo en su primera acción de juego (terminó en gol del visitante).

Con respecto al puesto de arquero, Luciano Pocrnjic no estuvo en la cancha el domingo ante Racing. Ni adentro ni afuera. En un primer momento se creyó que había sido una decisión técnica de Hoyos tras algunas dudas que había mostrado el capitán en los últimos encuentros. Fabián Assmann fue el titular y el pibe Luis Ingolotti estuvo en el banco. Sin embargo ayer se informó desde el club que la ausencia del experimentado arquero formado en Newell’s estuvo relacionada con un estado febril. No queda claro entonces quién será el arquero cuando Aldosivi vuelva a tener un compromiso oficial.

Sí queda la sensación de que el hermetismo que rodea al club (cuerpo técnico, médico y dirigentes) termina siendo un caldo de cultivo para la generación de versiones distorsionadas del día a día.

El que seguramente tardará en reaparecer con la camiseta de Aldosivi (si lo hace) es Alan Ruiz, quien el domingo fue expulsado tras pegar un codazo en mitad de cancha, veintidós minutos después de haber ingresado. Los hinchas hace rato que perdieron la paciencia con respecto al mediocampista que reúne grandes condiciones futbolísticas pero que en los últimos años las ha demostrado en cuentagotas. Habrá que ver si el cuerpo técnico y la dirigencia le dejan pasar este nuevo desliz.