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El Mundo 14 de marzo de 2020

Los hindúes ponen su fe en la orina de vaca para salvarse del coronavirus

Los riesgos que corre la India para enfrentar una pandemia son de preocupante pronóstico.

Un hombre bebe orina de vaca durante una fiesta Gaumutra o fiesta de orina de vaca. Foto: EFE | Rajat Gupta.

por Indira Guerrero

NUEVA DELHI, India.- La prohibición de reuniones públicas circuló esta semana en Nueva Delhi con la muerte de las dos primeras víctimas por coronavirus en la India, sin embargo algunos hindúes ponen su fe en la orina de vaca para salvarse del virus.

Un líder hindú imploraba “Sálvame madre vaca”, antes de engullir de un tirón el trago de bebida fétida. Los seguidores han venido para participar de la fiesta de Gaumutra, que llama a confiar en la fe, y con esa confianza tomar orina de vaca, morada de los dioses según la tradición hindú, para protegerse de la pandemia.

En la sede de la Gran Asamblea Hindú de la India, un partido de la derecha hinduista encomendado a salvaguardar la religión y a su comunidad, un grupo musical interpretaba acordes indios, mientras uno a uno se servía de una jarra de orina instalada en una mesa con la estatuilla de una vaca, y el letrero que seguía repitiendo “sálvanos”.

Poco después estaban todos comiendo en el suelo, pasándose la comida mano a mano, contraviniendo cualquier recomendación de la Organización Mundial de la Salud.

“Este coronavirus que se propaga por todo el mundo, debe llamarnos a detener el consumo de carne, a detener la matanza de animales y consumir orina de vaca para matar las infecciones“, explica con confianza el líder asceta, Swami Chakrapani, máximo líder de la organización.

En sus palabras “todo los elementos del universo están en la orina de vaca”, la madre del universo en la que de acuerdo al hinduismo habitan 330 millones de dioses, por lo que su sacrifico en legalmente penado en el país.

“Todo estará bien. Vive y deja vivir. Dios reside en cada ser vivo, por lo tanto, todos tienen derecho a vivir”, añade.

Para Chakrapani, la personas son parte verdadera de la humanidad solo si no ha matando a ningún animal, y “solo entonces no habrá ningún coronavirus”.

“Tenemos coronavirus porque comemos carne y como venganza nació esta enfermedad”, insiste.

Bajo esta convicción, que sostiene las bases de la medicina tradicional india ayurveda, la vaca es la madre del mundo y “la orina de vaca no es solo orina, sino néctar. Ganga reside en la orina de vaca y Lakshmi (diosa hindú de la riqueza) reside en estiércol”, explica frente a un cartel con fotos de chinos comiendo distintos animales.

Entre todos los hombres vestidos de trajes religiosos color azafrán, un hombre musulmán, que recuerda la idea de los intensos enfrentamientos entre estas comunidades, cruza su trago de orina con Chakrapani frente al público fervoroso que asiente convencido de que el poder de la vaca es tan generoso que ha salvado también a un musulmán.

H.S Bhutto Khan, el popular musulmán de la fiesta, piensa que la orina de vaca tiene una propiedad que no solo funciona en contra del coronvirus, si no incluso “contra las enfermedades más fatales”.

“La ingesta regular de orina de vaca ayuda a aumentar nuestra inmunidad. Los virus son destruidos en mi cuerpo a pesar de ser musulmán”, explica emocionado.

“Míreme, salud y vida, ya sea musulmán, sij o cristiano, esto es esencial para la humanidad. Cuando todo falla, la gente se lo deja a ese ser superior, a Dios, y la vaca es uno de esos animales divinos. Si hacemos medicamentos con esto, podemos curar la enfermedad con la ayuda de una vaca”, continúa.

Diez años de consumo han acostumbrado a Khan al sabor de la orina, que solo “sabe un poco fuerte”, como si bebieras agua salada.

Ha sido una década tomando 10 mililitros de orina cada día, lo que le sanó del dengue, y la única razón por la que a sus 50 años se siente a si mismo fuerte y saludable, dice.

“Hasta mis dientes ahora brillan. También pongo dos gotas (de orina de vaca) en el agua de mi baño”, seguía contando entre una lista interminable de beneficios sobre su tratamiento.

Al tiempo que la fiesta se llevaba a cabo, el Gobierno nacionalista hindú del primer ministro, Narendra Modi, declaró el brote del coronavirus como “un desastre notificado”, un movimiento nacional que describió como de “dispensación extraordinaria” para contener el riesgo que esto representa en un país de 1.250 millones de habitantes.

Los riesgos que corre la India para enfrentar una pandemia son de preocupante pronóstico considerando la población del país, la segunda más densa después de China, y en grandes desventajas por los altísimos índices de pobreza, el escaso acceso al sistema de salud, y los bajos niveles de alfabetización, todo esto que al mismo tiempo sostiene una de las mayores economías del mundo.

El viernes, el Ministerio de Salud informó que además de los 81 casos confirmados, se han identificado otros 4.000 casos potenciales a través del rastreo de contacto con personas expuestas.

Varias regiones como los estados de Kerala, Bengala, Goa,  Maharashtra, sede de la capital de Bollywood, la poderosa industria del cine indio, han ordenado el cierre de espacios públicos, escuelas, y salas de cine, pero entre el pandemonio para estos hombres reunidos en una tienda, la respuesta está en la vaca.

EFE.