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Quizá en un ángulo de cuarenta y cinco, o por ahí. Varía. Dolor en la unión de la parte de arriba y la de abajo, mucha saliva de esa que tiene el pH ácido, como me dijo la doctora. ¿Y por qué tantas caries, che? Y es por el pH o los caramelos. Y me cago en el pH, porque no como tantos caramelos. Y ella tampoco debería, si quiere dar el ejemplo. Pero se los vi en el bolsillo de la camperita que está colgada, y también hay cigarrillos. Y ella después dice que hay que cuidarse, pero agarra el torno y me agujerea las muelas y se preocupa por el tubo chupa saliva para que no me babee encima. Y me rompe los dientes y toca el nervio y grito, pero ella mueve la cabeza de un lado al otro y diciendo hay Fermín, vos y tus golosinas. Y la culpa la tiene mamá que me las compra, total tiene dientes postizos. Pero no se da cuenta. Ella me trae del brazo y me deja acá en una silla. Y cuando me llaman no me queda otra, y entro nervioso y eso pone nerviosa a la doctora, que no puede agujerar en donde quiere y me lastima el labio con la punta y me mira con la misma cara, moviendo la cabeza y diciendo que si me sigo moviendo así… Pero me duele y la mandíbula sigue abierta en cuarenta y cinco y trago la pasta verde y después el otro líquido que es feo pero te hace bien, y a mí no me importa porque sólo quiero ir a jugar con mis amigos porque son las cinco de la tarde y todos están haciendo algo. ¿Por qué mamá no me trae después? Pero ella tiene yoga y eso es así. Y no puede antes porque trabaja para pagarme los arreglos. ¡Esto lo hago por vos, sos un desagradecido! Pero no entiendo, no soy desagradecido. Sólo quiero ir a jugar y no quiero pensar en plata o esas cosas de grandes. Pero no soy desagradecido, yo la quiero a mamá, y a la doctora. Pero me tratan mal. Y yo me porto bien. Bah, eso me dijo el abuelo, que también lo quiero y me compra golosinas y no me reta… y que debe estar por venir en cualquier momento porque le pedí que me saque de acá y me lleve a jugar a la plaza donde mamá hace yoga en vez de arreglarse los dientes.