La capacidad técnica del titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos, Alberto Abad, no resiste ningún análisis. Sabe de lo que habla. Conoce el área. Trabajó en la materia durante los gobiernos de Carlos Menem, Fernando de la Rúa, Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner.
Sin embargo, todas las explicaciones que dio no alcanzaron para satisfacer las exigencias que dejaron 12 años de kirchnerismo, con sus distorsiones e injusticias.
Apremiado por el reclamo de los gremios, con una inflación como preocupación principal de la sociedad y el Gobierno y con un tarifazo cuyas consecuencias se sentirán en las próximas semanas, el gobierno de Mauricio Macri resolvió adelantar anuncios; incompletos y con lagunas.
La suba de 15 mil a 30 mil pesos en el mínimo no imponible para un matrimonio con dos hijos intentó dar respuestas a un problema que, si bien aqueja a una pequeña porción de los trabajadores argentinos, se convirtió en un caballito de batalla durante la campaña electoral que llevó a Macri al Sillón de Rivadavia.
Cuando se separa la paja del trigo, las definiciones políticas del Presidente (“estamos dando un primer paso adelante. Sabemos que es un paso en el cumplimiento de estas promesas de empezar a generar justicia, que las cosas sean como tienen que ser”) y las precisiones de Abad dejan sin resolver y sin dar certezas sobre la solución definitiva del problema.
Ni Macri ni Abad anunciaron sin dar una fecha cierta el envío de un proyecto de ley que resuelva cuestiones centrales: 1) La modificación de la famosa tablita de Machinea, 2) La creación de un sistema de actualización del impuesto, 3) La situación de los autónomos.
Si bien no era motivo de la conferencia de Abad, tampoco hubo anuncios respecto de la situación del impuesto a los Bienes Personales (establecido en 305.000 pesos desde el 2007), gravamen que, debido a la distorsión producida por la inflación, afecta también a la mayoría de los trabajadores registrados.
La construcción de un épica discursiva tan utilizada durante el kirchnerismo, donde cada anuncio era casi una concesión personal del monarca, dejaba como efecto un sopor en el que la sociedad creía que estaba alcanzando sus anhelos.
Ese error llevó a la derrota a Cristina Kirchner.
Tanto Macri como Abad (el titular de la ANSeS, Emilio Basavilbaso, apenas llegó a asentir las afirmaciones de los otros) intentaron mostrar el anuncio como una promesa cumplida.
Sin embargo, la prioridad que el gobierno del PRO dio a sus medidas quedan plasmadas en las decisiones tomadas.
Mientras que para avanzar en medidas de beneficio al sector empresario el Gobierno no titubeó, en este caso quedaron lagunas abiertas.
La invocación final de Abad, rememorando a Carlos Tacchi, para que los ciudadanos pidan facturas y, así, evitar pérdidas para el Fisco, fue el corolario de un anuncio que se forjó en medio de presiones y sin las convicciones que llevaron al actual gobierno a tomar medidas temerarias como, por ejemplo, nombrar a dos miembros de la Corte Suprema de Justicia por Decreto de Necesidad y Urgencia.

DyN.