El trabajo remoto, una herramienta pensada para emplear a personas sin capacidad de movilidad, se convirtió en una estrategia de prevención en varias filiales argentinas de multinacionales para ejecutivos y empleados que estuvieron de viaje en países que registran casos del virus COVID-19.

El caso emblemático es el de Huawei, donde a mediados de enero se puso en marcha un protocolo de prevención, mientras a nivel mundial gigantes como Google, Amazon o Facebook desarrollaron estrategias similares como prevención frente al riesgo de contagios del nuevo virus surgido en la ciudad china de Wuhan.

“Muchos viajaron a China para la celebración del Año Nuevo y ahí empezamos a aplicar una especie de protocolo”, contó hoy a Télam el responsable de Relaciones Institucionales de Huawei en Argentina, Juan Bonora.

La multinacional tiene 500 empleados en la Argentina, de los cuales el 40 por ciento son de nacionalidad china y permanecen de forma temporaria en el país.

Desde mediados de enero, los empleados llegan a su lugar de trabajo y junto al fichaje de su horario se registra diariamente su temperatura corporal con un sistema infrarrojo.

Si el primer test arroja que tienen 38 grados o más se someten a otro sistema de control convencional y en caso de obtener el mismo resultado se los deriva a una sala dónde los revisa un médico, detalló Bonora.

Para los que llegan de vacaciones, sean ejecutivos o empleados, el protocolo impone que “hacen una cuarentena forzada de 14 días en su casa, dónde se les suministra alimento y no tienen contacto físico con nadie”, agregó.

“Son dos semanas exactas -porque el coronavirus es contagioso ante de que aparezcan los síntomas- que tienen que quedarse en sus casas y trabajar desde allí. La empresa les suministra la comida que ellos pasan a buscar por un lugar asignado, donde los espera el paquetito con la vianda que retiran sin hablar ni tener contacto con nadie”, detalló Bonora.

También el banco ISBC implementó una cuarentena de entre 2 y 3 semanas para los funcionarios que viajaron a China, y los controles se hacen a través de profesionales de una empresa de medicina privada.

En este banco también se cancelaron hasta nuevo aviso los viajes de trabajo, medida que tomaron otras compañías como Toyota, o multinacionales como Nestle.

La semana pasada, Google y Amazon resolvieron reducir al extremo los viajes internacionales de sus ejecutivos por temor a contagios con el nuevo coronavirus que provocó más de 2.900 muertos, la gran mayoría en China, aunque se registran brotes en Corea del Sur, Japón, Irán e Italia y casos aislados en más de 60 países.

Google, que ya hace días canceló todos los viajes de sus trabajadores a China, extendió el viernes la restricción a otros países en los que hubo más de un caso de COVID-19.

Un empleado de Google en las oficinas de Zurich fue el primer caso de una persona de la empresa contagiada con el nuevo coronavirus, según un comunicado de la compañía.

Amazon, además de suspender los viajes internacionales, pidió a sus empelados y ejecutivos que también cancelen los traslados no esenciales dentro de Estados Unidos; y que no planeen nuevos viajes antes de abril.

Por su parte, Facebook canceló la celebración de su conferencia anual de desarrolladores F8, que estaba prevista para el 5 y 6 de mayo en San José (California, Estados Unidos).

A la suspensión del Congreso Mundial de Móviles que debía hacerse en Barcelona a fines de enero, se sumó la postergación “para el verano” boreal de la la feria de videojuegos Game Developers Conference (GDC), que se tenía que celebrar durante la segunda quincena de marzo en San Francisco.

Los memoriosos del mercado tecnológico recuerdan que a finales del siglo pasado la expansión de la encefalopatía espongiforme bovina, conocida como el mal de la vaca loca, generó también una suspensión de viajes de negocios, pero, a su vez, el desarrollo acelerado de las tecnologías de videoconferencia.

“Las telecomunicaciones con sus potentes herramientas permiten reemplazar los viajes de negocios por reuniones virtuales”, recordaron algunos empresarios que tienen el hábito de ver siempre el lado positivo.