La reciente disposición del gobierno municipal en torno a la prohibición de la pirotecnia sonora en el partido de General Pueyrredon “corre para todos” y por eso, por primera vez en décadas, la Falla Valenciana no podrá desarrollarse este año con su tradicional show de ruidosos fuegos artificiales.

La 66ª edición de la Falla Valenciana se llevará a cabo, como de costumbre, a fines de marzo. La Unión Regional Valenciana de Mar del Plata, a cargo de la organización del tradicional evento, ya puso en marcha los preparativos del mismo y mantiene abierto su clásico stand en Plaza Colón con exquisiteces de la gastronomía de esa región.

La cremá del monumento fallero, este año y por primera vez, no podrá contar con el show de fuegos artificiales que caracteriza a la festividad que convoca siempre en el mes de marzo a miles de marplatenses y turistas en la Plaza Colón de Mar del Plata.

Mientras que la Cámara de Empresas de Fuegos Artificiales prepara una demanda judicial en rechazo a la disposición del intendente Guillermo Montenegro -quien relevó la voluntad de “ir a fondo en el tema” y defender la postura-, fuentes del gobierno municipal consultadas por LA CAPITAL en torno a la situación particular de la Falla Valenciana confirmaron que el evento deberá adecuarse a la normativa que además cuenta con el aval del Concejo Deliberante.

“En Mar del Plata no se va a permitir la pirotecnia sonora”, destacaron desde el Ejecutivo frente a la organización de cualquier evento que busque incluir fuegos de artificio que generen estruendos.

“Todos los eventos que se realicen en General Pueyrredon deben cumplir la normativa, incluida la Falla Valenciana”, ratificó una fuente del gobierno local.

La Falla Valenciana es un clásico. Su monumento, la cremá del mismo y el show de fuegos artificiales forman parte de su impronta. Sin embargo, los organizadores deberán adecuarse para no incumplir la normativa, puesto que podría haber sanciones.

En pleno enero, la Parroquia Sagrada Familia llevó a cabo en la Banquina del Puerto la celebración de la Virgen Della Scala con su tradicional espectáculo de fuegos artificiales, pese a que la prohibición ya estaba vigente.

Fue el primer incumplimiento en gran escala a la disposición municipal. El gobierno local cuestionó el accionar de la mencionada comunidad religiosa y el propio Obispado de Mar del Plata emitió su crítica: advirtió que “fue un exceso” y desautorizó el uso el pirotecnia en cualquier tipo de evento.