Centinela del Mar, un paraíso lejano que espera protección como Reserva Natural
Profesionales y vecinos de la villa balnearia aguardan que prospere un proyecto que se encuentra paralizado en Provincia para proteger su cultura, la geografía y fauna. Distintas especies son amenazadas por el accionar descontrolado de pescadores, motos y otros vehículos 4x4.
Centinela del Mar aguarda por la declaración de Reserva Natural Provincial.
MIRAMAR (Corresponsal).- En la lejanía, sobre el límite de General Alvarado con Lobería, se encuentra Centinela del Mar, un paraíso perdido en la costa atlántica con playas prácticamente vírgenes que son visitadas durante el verano especialmente por propietarios de las casas que conforman esta villa balnearia, vecinos provenientes de la zona rural y ocasionales turistas.
Hay dos caminos para llegar a este lugar, uno de ellos es vía Mar del Sud –unos 34 kilómetros -, de tierra, no muy recomendable para quienes desconocen la zona. La otra opción es tomar la ruta 88 e ingresar por otro trayecto entoscado cuyo estado depende de la época del año y por donde deben recorrerse unos 17 kilómetros en total.
Completan la geografía, una capilla, la escuela 16 ‘Alfonsina Storni’ que permaneció sin actividad durante todo 2019 por falta de alumnos, un almacén sobre el acceso, un viejo hotel abandonado y un vagón de tren que vaya a saber uno cómo fue a parar arriba de los acantilados de frente al mar, el cual es utilizado hace varios años como unidad habitacional.
Misterioso vagón de tren frente al mar.
Desde hace un tiempo, en lo que fuera la vieja usina de Centinela del Mar, Carlos Canelo, ex guardavidas municipal durante varios veranos, decidió conformar allí el parador ‘La Lagartija’, donde visitantes tienen servicio de wi-fi, pueden alimentarse y pernoctar en un dormi con capacidad para dos personas, si deciden conocer la villa balnearia. También funciona un centro cultural lugareño con el objetivo de salvaguardar la historia.
Este profesor de Educación Física ya jubilado que también organiza caminatas para los visitantes, es un férreo defensor de estas playas y su medioambiente, por eso critica sin reparos el accionar polémico de pescadores, conductores de motos, cuatriciclos y vehículos 4×4.
“Seguimos trabajando con un grupo de gente para salvar este lugar lleno de cultura. Tuvimos muchos problemas con los pescadores, dejan todo sembrado de basura y por eso hacemos habitualmente limpieza de playas. Ocupan con las cañas los espacios donde puede bañarse la gente pero como el puesto de guardavidas fue levantado por el municipio de General Alvarado hace 5 años, es difícil controlar la situación”, comentó Canelo a LA CAPITAL.
“Escuchamos comentarios de funcionarios decir que no se justifica un control acá porque no hay gente, no tienen idea de seguridad, ni del mar. En la playa principal durante enero hubo días con muchas personas y sobre los arroyos había más gente aún”, agregó.
Reserva y acciones culturales
El proyecto para la Declaración de Reserva Natural en la zona de médanos y acantilados entre Mar del Sud y Centinela del Mar, se encuentra paralizado desde hace algunos años en la dependencia correspondiente del gobierno de la Provincia de Buenos Aires.
Desde el aire (Foto Martín Spezia)
“Estamos esperando la visita del paleontólogo, Marcos Cenizo, cabeza pensante del proyecto que tiene 100 trabajos científicos del lugar y hace más de 20 años que colabora con nosotros. Las motos y cuatriciclos pasan rompiendo todo y, entre otras cosas, matan a la lagartija de los médanos una especie que tienen 1000 años de antigüedad. Es un descontrol que se podría evitar”, argumentó Canelo.
“También hay preocupación por los aviones que fumigan pegado a la zona urbana y ante esta situación presentaremos una nota a quien corresponda para terminar con esta práctica que llena los bolsillos de los terratenientes y genera daños a la salud de la gente”, se explayó.
El responsable del parador en Centinela del Mar, sostuvo además que “van surgiendo acciones culturales paralelas que se desarrollarán de desde el Centro de Interpretación Gunun A Kuna junto al parlamento tehuelche, como la restitución de los restos de un pampido que está en el museo local, para ser enterrado nuevamente con la ceremonia correspondiente”.