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El Mundo 10 de febrero de 2020

Los islamistas ultraconservadores son una “amenaza seria” en los Países Bajos

Los jóvenes salafistas reciben apoyo financiero y de otro tipo desde varios Estados del Golfo, que tratan de ganar influencia a través de mezquitas, y presionando a los creyentes moderados en Holanda.

Dick Schoof, director del servicio de inteligencia holandés.

LA HAYA, Holanda.- La nueva generación de musulmanes salafistas -corriente ultraconservadora del islam- en Países Bajos es “una amenaza seria para el Estado de derecho holandés” al luchar por “una sociedad paralela donde no se aplique la Constitución”, denunció el servicio de inteligencia holandés AIVD.

“Ahora estamos viendo una nueva generación de salafistas. Escriben y hablan bien holandés, conocen el sistema legal, dominan, digamos, el mercado en las redes sociales. Luchan por una sociedad paralela donde no se apliquen las reglas del Estado constitucional holandés“, alertó el director del AIVD, Dick Schoof.

El funcionario denunció esta situación ante un comité parlamentario que empezó a investigar las influencias “no deseadas” en las mezquitas, escuelas islámicas y otras organizaciones, por parte de lo que considera países no democráticos del Golfo.

Los jóvenes salafistas holandeses de los que habla Schoof reciben apoyo financiero y de otro tipo desde varios Estados del Golfo, que tratan de ganar influencia a través de mezquitas, escuelas donde “niños muy pequeños, de hasta 4 años, pueden escuchar su filosofía”, y presionando a los creyentes moderados” en Holanda, según investigaciones del AIVD.

Los servicios de inteligencia, que tienen a los grupos salafistas entre sus prioridades, aseguran que estas organizaciones ultraconservadoras utilizan “la política de la fachada”, como la llamó Schoof, porque se muestran moderados y rechazan el extremismo, pero en su propio círculo “predican el odio” hacia los homosexuales.

Esta investigación, en la que los interrogatorios se hacen bajo juramento e incluyen entrevistas a administradores de mezquitas controvertidas y alcaldes, se inició a raíz de una cobertura periodística que reveló que al menos 30 organizaciones islamistas solicitaron financiación millonaria a Kuwait y Arabia Saudita.

Algunas de las fundaciones que recibieron ese dinero gestionan escuelas informales salafistas en las que se demostró que los niños aprenden que los “no creyentes son enemigos”, que a los apóstatas y homosexuales se les “castiga con la pena de muerte” y que los niños y niñas no deberían hablarse, mirarse o compartir espacio físico, sin presencia de un tutor masculino (padre, hermano o marido).

EFE.