La vicejefa del bloque Frente de Todos en la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau, sostuvo que a diferencia del ex presidente Mauricio Macri, el actual mandatario Alberto Fernández “no es careta” respecto de su posicionamiento sobre el aborto legal.

Como presidenta de Legislación General, comisión cabecera en el debate sobre legalización del aborto, Moreau tendrá un rol clave en el proceso parlamentario que, según anticipa, arrancaría “en marzo o abril” cuando el Poder Ejecutivo envíe el proyecto.

“Yo misma pasé por la experiencia del aborto a los 16 años”, contó la legisladora en diálogo con NA, y pidió que “se termine el tabú de no poder hablar del tema”.

Además, se refirió a la discusión en el Senado en 2018: “Muchas veces viven en una burbuja. Cuando yo veía a algunas senadoras que estaban en contra, las veía hablando de una realidad que no les afectaba a ellas, ya menopáusicas y con medios económicos”.

– ¿Cuando entraría el proyecto?

– Espero que en marzo o abril. Con el antecedente del debate del 2018, que fue de los más amplios y participativos, creo que el tratamiento este año se va a agilizar.

– ¿Qué diferencias hay entre ese debate y el próximo?

– La diferencia está en la voluntad política del gobierno de mandar el proyecto. Estoy convencida de que el Presidente va a plantearlo como una política de Estado, como una política de salud. Macri, en cambio, nunca tuvo un compromiso real.

– Macri abrió el debate pero nunca apoyó el tema…

– Al contrario. Cuando dejó de ser presidente terminó diciendo que estaba en contra. Su mejor alumna, (María Eugenia) Vidal, retrocedió mil años al derogar la ley ILE, echó a su ministra de Salud, Zulma Ortiz. La hipocresía de Macri es permanente. Alberto no es careta. No es que dice una cosa en un lado y otra cosa en el otro. Él dice lo que siente y piensa.

– Fernández ratificó el envío del proyecto poco después de entrevistarse con Francisco en Roma…

– Claro. Eso no significa que Alberto no valore la opinión de la Iglesia y del papa Francisco. Pero entendemos que el problema del aborto no tiene que ver con creencias religiosas sino con cuestiones de salud pública. No estamos discutiendo sobre el origen de la vida, esas discusiones que no tienen principio ni fin. Estamos discutiendo es una cuestión concreta: las pibas se mueren en abortos clandestinos.

– ¿En el Senado tienen mejores chances que en 2018? No hubo una gran renovación…

– Es verdad, tanto no se renovó, pero aspiro a que el debate del 2018, que no sólo se dio en Buenos Aires, haya dado algún fruto. Con respeto, digo que los senadores muchas veces viven en una burbuja. Cuando yo veía a algunas senadoras que estaban en contra, las veía hablando de una realidad que no les afectaba a ellas, ya menopáusicas y con medios económicos. Yo a esta altura, con 40, tengo en claro cómo acceder a métodos anticonceptivos pero no estoy librada a que le pueda pasar a mi hija, que tiene 14 años. Yo misma pasé por la experiencia del aborto a los 16 años.

– ¿Cómo fue esa experiencia?

– A ninguna mujer le es grato pasar por esa situación. Pero yo tenía los medios económicos. Lo pude hacer en un lugar seguro, cuidada, en Recoleta. No me generó traumas en ningún momento. Fui madre muchos años después. Disfruté y disfruto la maternidad. Fue una decisión que tomé sobre mi cuerpo y sobre mi vida. En el fondo lo que quiero plantear que se termine el tabú de no poder hablar del tema. Negar que el aborto en la Argentina hoy existe y seguirá existiendo en una mentira que ya no podemos seguir creyéndonos.

– ¿Se va a discutir este año la ley de Educación Sexual Integral?

– Sí. Ya tiene dictamen de comisión y este año lo vamos a tratar en el recinto. Es un debate que tiene que darse paralelamente con la legalización del aborto. O antes. La idea es que los pibes lleguen a le edad donde empiezan a tener relaciones sexuales con herramientas pedagógicas, con conocimientos. A mi hija que tiene 14 años y a mí que tengo 40 la única charla nos la dio una empresa de artículos higiénicos.