por Martín Miguel Korin

Una vez más, las distintas disciplinas que componen a la criminalística tendrán un papel transcendental a la hora de elucidar el grado de participación de cada uno de los presuntos atacantes, en el caso que conmueve a un país.

Las diligencias periciales son procedimientos rutinarios que de alguna u otra forma estamos acostumbrados a ver ya sea en un accidente ocurrido en el camino que nos conduce a casa, en el automóvil o el domicilio de algún conocido que fue víctima de un ilícito, o bien incluso a través de los medios de comunicación. La intervención de los peritos resulta obligatoria en cada uno de los casos en que la justicia actúa, pero en algunos de ellos resultan más determinantes que en otros.

Desde la popularización del trabajo pericial en el lugar del hecho a través de series como CSI, se han generados miles de “expertos” capaces de generar la resolución de cualquier crimen, incluso desde la comodidad del sillón del living, pero no todo es tan fácil como se lo ve desde la pantalla. Lamentablemente la mayoría de las técnicas vertidas en estas populares series distan mucho de la realidad, e incluso otras tantas si bien son verídicas no se encuentran al alcance de nuestras fuerzas, por lo que sin “la magia Hollywoodense” no todo resulta tan fácil de llevar a cabo. Pese a presentarse la escasez de recursos tecnológicos de punta como recientemente se ha señalado, nuestros especialistas están dotados de competencias mucho más que anheladas en cualquier parte del mundo: la audacia y el ingenio son los que más se destacan, garantizando incluso mejores resultados que los que cualquier fuerza investigativa de elite podría esperar.

El lamentable hecho ocurrido en Villa Gesell no escapa a la generalidad de lo ya planteado, la intervención pericial una vez más resultará determinante para poder clarificar científica, categórica e indubitablemente las responsabilidades de los distintos intervinientes a la hora de la ejecución del brutal suceso.

El hecho de mención posee al momento como material de prueba distintos registros fílmicos de diferentes establecimientos contiguos a “Le Brique”, recopilación de un sin fin de testimonios de personas que se encontraban dentro y fuera del establecimiento en cuestión, e incluso una filmación en calidad HD realizada por uno de los imputados. ¿Pero qué es lo que falta? ¿Qué aporte determinante podría realizar el trabajo pericial para complementar y dar verdadera fuerza a los medios de prueba antes mencionados?

En primer término, será determinante establecer el perfil genético presente en cada una de las prendas incautadas, que corresponden lógicamente a los imputados, dado que en varias de ellas se presentaban manchas de tejido hemático (“sangre” escapando al tecnicismo). La determinación sobre tales máculas presentes en las prendas buscará establecer la coincidencia del perfil genético con el de Fernando, y esto será concluyente a la hora de constituir quienes tuvieron por lo pronto proximidad al mismo a la hora del ataque. Incluso mediante el análisis de los patrones dejados por las mencionadas “manchas”, como ser tamaño y forma, podría determinarse el posicionamiento de estos en la escena.

Se ha hablado mucho respecto a una huella de calzado presente sobre el rostro de Fernando, e incluso se ha hecho mención de la determinación de la marca y el modelo de dicho calzado gracias a la base de datos que posee la policía de Tierra del Fuego, pero ¿es esto suficiente para relacionar a cualquier persona que posea un calzado con tales condiciones como el ejecutante del golpe? Las “huellas”, como nuestro inconsciente asocia en forma automática, son rastros dejados sobre una superficie por contacto y mediante la deposición de algún material entre medio de este. Es decir que si hablamos de rastros “visibles” necesitamos polvo, tinta, sangre o cualquier otro material que permita revelar el elemento para quedar estampado sobre la superficie. Ahora bien, esta no es la única forma en la que puede presentarse, dado que dicha huella puede ser incluso el resultado de una lesión sobre el cuerpo de la víctima, y pese a esto poseer el mismo grado de nitidez que las antes mencionadas. El caso que nos conmueve no es la excepción y la huella obtenida del rostro de Fernando no es ni más ni menos que la lesión que produjo el calzado del ejecutante a la hora de la feroz golpiza.

Será el método scopométrico (“Skopein” que significa examinar y “Metrón o metría” que significa medir) el que permitirá establecer a través del confronte o cotejo, si se trata de alguno de los 19 pares de zapatillas incautados, y no de otro de similares características, como bien plantea el principio de mismidad. ¿En que se basa tal principio? El mismo hace alusión a que “cada elemento es igual a sí mismo, y distinto a otro de su misma especie”, y es así como ese objeto, elemento o individuo puede ser debidamente identificado, pero por sobre todas las cosas adecuadamente individualizado. Si bien no se cuenta con toda la huella de pisada, y se trabaja con solo una parte de la misma (“parcial” como se la denomina), las características propias que han sido brindadas al material que la compone a la hora de su fabricación, e incluso aquellas peculiaridades adquiridas por el uso o mal uso de las mismas, serán las que permitan dar vida al principio de mismidad reciénteme expuesto.

El análisis del comportamiento criminal, que resulta de combinar la secuencia fáctica (sucesión de hechos en la escena del delito) y el análisis criminológico de los imputados (estudio de las características de la personalidad de cada individuo) será tal vez uno de los elementos más importantes de la investigación. No será un trabajo sencillo, pero no hay dudas que la labor de los especialistas será la clave fundamental para poder determinar la autoría y participación de cada uno de los intervinientes, que demostró que el comportamiento criminológico de un grupo de jóvenes deportistas, puede estar saturado de premeditación y ensañamiento inusitado que enmarcan al más crudo de los libertinajes, en donde el vínculo generado entre el poder y la impunidad en comportamientos previos, han sido potenciadores natos de semejante conducta.

(*): Licenciado en Criminalística IUPFA- Técnico Superior de desarrollo en la escena del crimen- Técnico Eviscerador con orientación forense – Técnico Superior en Seguridad Pública – Docente UADE (Profesor Adjunto) – Docente a cargo en las cátedras de Estadística 1, Estadística 2, Estadística Aplicada a la Hospitalidad, Derecho Penal 1 y Derecho Penal 2 en UADE Campus Costa Argentina.