Estación Camet es un barrio de alrededor de 300 hectáreas, a unos 15 kilómetros (al norte) de Luro y Yrigoyen, el punto neurálgico de Mar del Plata.
Recostado sobre la Autovía 2, a la entrada de la ciudad, ha tenido un crecimiento poblacional “exponencial en los últimos años”, sustentado en los créditos Procrear. En la zona, las calles intransitables y la escasez de servicios de transporte públicos para acceder a los distintos puntos de la ciudad, son los principales problemas.
Aseguran que, en caso de una emergencia, un remís al HIGA o al Materno, les implica a los vecinos un costo de 600 pesos, una cantidad impensada para las familias de trabajo que habitan en la zona. En ese contexto, la guardia de 24 horas en el Centro de Salud Estación Camet, es una prioridad para los vecinos y estaba casi a punto de concretarse con la gestión anterior. Pero -aseguran- cuando lo plantearon a las nuevas autoridades locales, la respuesta fue un “no” rotundo.
Asimismo, los vecinos aseguran que la iluminación pública es bastante escasa y, funciona mal. Hay columnas aisladas que están prendidas las 24 horas y, otras, muchas, que no encienden nunca.
El sector no cuenta con agua corriente y, los pozos, en verano, no logran abastecer de agua a las familias. Dicen que en la zona, durante los veranos, muchas veces los habitantes deben llamar a los poceros para hacer pozos nuevos o profundizar el existente, para contar con el servicio. Por ello desde el barrio están gestionando reuniones con OSSE a fin de analizar alternativas que contribuyan a mejorar la situación.
A estas problemáticas se refirió uno de los integrantes de la comisión directiva de la Sociedad de Fomento de Estación Camet, Emilio Mosquera, quien apuntó que la situación es similar para los habitantes de varios barrios de ese sector de la ciudad.
Para Mosquera, el mal estado de las calles -ninguna asfaltadas- es la raíz de muchos otros problemas. “Las calles están intransitables, cada vez que llueve es imposible caminar, es un barrial”, señaló indicando que, en esas condiciones, “hay que caminar varias cuadras -algunos vecinos incluso kilómetros- para llegar a la parada de colectivo, porque el transporte prácticamente no ingresa al barrio”. Por esa misma situación, aseguran que “la ambulancia entra si se trata de un código rojo y lo que tarda en llegar es tremendo. En caso de emergencia, hay que recurrir a algún vecino que te alcance con el auto, porque un remís al HIGA cuesta 600 pesos. Hay vecinos que si pagan 600 pesos para un remís, después no terminan el mes”, indicó.
En colectivo, llegar al HIGA demora unas dos horas y al Materno, poco menos. “Eso de lunes a viernes en horario diurno, un fin de semana nunca se sabe”, indicó.
Es por ello que los vecinos reclaman que el Centro de Salud del barrio, tenga guardia las 24 horas.
En cuanto al engranzado de las calles, Mosquera lamenta que siempre pasa lo mismo. “Llega el invierno y dicen que no tienen granza, que llueve y no pueden trabajar, pero lo que falta es planificación. Podrían engranzar en marzo, abril, mayo y al llegar el invierno no estaríamos tan mal”, señala.
En cuanto a la situación de los servicios, recordó que parte del barrio cuenta con gas, que las conexiones nuevas están frenadas y que no tienen agua corriente, aunque, cerca, hay pozos de impulsión de OSSE. “En verano solemos estar en problemas, no llega el agua, se rompen las bombas y hay que hacer un pozo nuevo o profundizar el existente. Por eso nos preocupa el anuncio del acueducto del Noroeste”. En ese sentido, indicó que “tenemos una reunión con OSSE para analizar la situación, queremos ver la forma de mejorar en ese aspecto”, indicó.
Por último, el referente de la zona se refirió a la situación de la Sociedad de Fomento. Según indicó, han recibido pagos hasta diciembre, en tanto el resto, “está a la espera de la firma de los nuevos convenios”. Ya van más de 6 meses del nuevo año y el momento de la firma no llega. Oficialmente, todos los convenios están en revisión y en ese contexto se analiza la situación de cada entidad. “Nosotros estamos pagando una moratoria con AFIP y con el gremio Utedic, por deudas anteriores. Y los sueldos de un ordenanza y un tractorista, los estamos pagando con lo que obtenemos de la cuota social, con lo recaudado por rifas y otras estrategias”, indicó. En tanto, en terrenos propios de la Sociedad de Fomento funcionan, un destacamento de Bomberos -al lado de la sede- y a pocos metros, un destacamento policial.