El policía del Grupo Halcón que abatió a un presunto ladrón que quiso asaltarlo en el Parque Camet se presentará a declarar este viernes ante el fiscal Juan Pablo Lódola.

Mauro Osores (31) permanece en libertad, aunque por orden del investigador está incomunicado. Si bien el caso se encuentra en plena etapa investigativa, hasta el momento no existirían dudas de que el efectivo habría reaccionado en defensa propia y de su novia cuando ambos fueron asaltados por Juan Cruz Vargas (22) y dos supuestos cómplices suyos que luego escaparon.

En el lugar del hecho se secuestró un arma de fuego calibre 22 con numeración suprimida y una bala alojada en la recámara, que se hallaba al costado del cuerpo del presunto ladrón. En tanto, Osores -que no bien se normalizó la situación se puso a disposición de la Justicia- entregó su pistola reglamentaria calibre 9 milímetros a los investigadores.

En la zona del Parque Camet donde se registró el caso se realizaron peritajes e inclusive en el automóvil marca Volkswagen del policía, cuya ventanilla del conductor lucía destrozado el cristal. En principio, los pesquisas sospechan que la rotura de la misma fue producto de un golpe -podría ser un culatazo- ocasionado desde el exterior del vehículo -es decir, por los delincuentes-. De todas formas, esa y otras cuestiones deberán ser esclarecidas a través de los peritajes de rigor.

Según trascendió, alrededor de las 23 Osores efectuó un disparo que hirió en el pecho a Vargas, que cayó muerto a cinco metros del automóvil cuando intentaba escapar. Los otros dos presuntos delincuentes, en tanto, escaparon en dirección desconocida.

De acuerdo a la información que recabó LA CAPITAL de fuentes policiales, Osores presentaba escoriaciones en el cuello y la cabeza. En cuanto a su situación dentro de la fuerza después de ocurrido este hecho, los informantes de este medio señalaron que el área de Asuntos Internos dependiente del Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires no dispuso ninguna medida todavía por fuera de la elevación de las actuaciones correspondientes a la Justicia.

La única testigo del hecho es la novia del propio Osores, que se encontraba con el efectivo en el interior del vehículo, y no existen registros de imágenes del mismo porque en el lugar no hay cámaras de seguridad. En tanto, conforme se supo este jueves, Vargas tenía procesamientos penales en cursos: uno de ellos por el delito de “encubrimiento”, iniciado en 2016.

El fiscal Juan Pablo Lódola, tal como ocurre en casos en los que el imputado de un delito de esta gravedad es un policía, ordenó que la Policía Científica trabajara en el lugar de la escena del crimen pero que las actuaciones quedaran a cargo de la Asesoría Pericial.

Se trata del primer homicidio del año y el único desde la Navidad, aunque ahora deberá establecerse si el policía actuó amparado en su rol de funcionario público y si lo hizo en defensa propia y de terceros.