Por Gustavo Crego

Con gran beneplácito recibimos las resoluciones de poderes políticos que han decidido desde el congelamiento de sus dietas por ciento ochenta días; hasta las quitas o reducciones de las mismas.

Y es que sin importar la cuantía de lo que pueda significar esto en el Producto Bruto Interno, o en el gasto general de cualquiera de los estados (Nacional, Provincial o Municipal) la actitud del poder político de decir nosotros también estamos y hacemos parte del esfuerzo que se pide, es importantisimo; pues como en un hogar se siembra con el ejemplo y se consecha lo que se siembra.

Y quizás podamos ir un poco más; por lo menos en nuestra “patria chica”, en “nuestra casa”, el municipio. Una buena actitud de esfuerzo podría darlo el Concejo Deliberante, planteando reducir la cantidad de asesores que cada uno de los concejales tiene.

Estos asesores representan costos de módulos asignados a los concejales. Y bien, en estas épocas, donde además de decidir y reclamar solidaridad, la cual obviamente debe cumplir la sociedad; la misma además del esfuerzo solidario, está restringiendo o mirando cómo restringir sus gastos y costos. Estos mismos gastos y costos deberían analizar los concejales para ver cómo se restringen; y una manera de hacerlo sería modificar la cantidad de asesores.

Esto tampoco significaría que el concejal de turno quedara acéfalo de asesormaiento; pero tendríamos que pensar y crear distintos asesoramientos de una manera gratuita, como firmar convenio con las universidades públicas y privadas y con los colegios profesionales existentes en el partido; para que dichas instituciones intermedias y también haciendo su aporte solidario y desinteresado, cubran con sus hombres el posible asesoramiento que los concejales o los bloques les pudieran solicitar en áreas determinadas.

Actitudes que, sin lugar a dudas, harán camino, aunque económicamente no signifiquen la gran estructuración de gastos; pero sí marcarán principios éticos y morales que la sociedad en su conjuntos está demandando.

Creo que es el momento de mostrar y no sólo decir o proclamar que el esfuerzo lo hacemos todos; busquemos los caminos para no resentir las estructuras de las instituciones, pero mostrar que todos ponemos el hombro, cediendo económicamente en algo, sea o no se tan significativo; pero que sin lugar a dudas tendrá una significación moral y de actitud ética y solidaria.