Preocupa el vandalismo en casillas de guardavidas
En la última semana han sido robadas y violentadas unas 20 garitas desde Punta Mogotes al Faro, incluso una fue incendiada. Solicitan que la policía realice "rondines nocturnos".
Unas 20 casillas de guardavidas de las playas del sur, entre Punta Mogotes y el Faro, fueron vandalizadas en los últimos días y desde la Unión de Guardavidas Agremiados (UGA) solicitaron mayor presencia policial.
En la última semana, al menos cuatro casillas de las playas al sur del Faro Punta Mogotes fueron vandalizadas. Autores desconocidos rompieron las puertas, algún vidrio y robaron los elementos que había en el interior. En el caso de la estructura que se encuentra en la playa de Verde Mundo, incluso, la prendieron fuego.
En la madrugada del pasado lunes, la misma situación se registró en Punta Mogotes, entre el balneario 13 y el 24 fueron vandalizadas. La situación en estos incluyó botellas de alcohol vacías tiradas en el lugar y hasta vómitos y excrementos hallados en el interior de una casilla.
El jueves a la madrugada la misma historia, pero entre los balnearios 12 y 8 de Punta Mogotes.
Cada ataque que se registra en una casilla de guardavidas significa pérdidas materiales para el Estado y equipamiento de rescate que se pierde, necesario para el trabajo diario de los encargadas de cuidar la vida de la gente en la playa.
“El vandalismo es terrible y en las fiestas parece que se intensifica“, dijo el secretario adjunto de UGA, Luciano Grimaldi, y agregó: “Hacen falta rondines policiales de noche”.
Los guardavidas ya presentaron un pedido a la Municipalidad para que interceda, para que se vigile mejor sus lugares de trabajo.
Años anteriores, con el inicio del Operativo Sol y la llegada de cientos de policías, la situación se controlaba. Sin embargo, este año aún no ha sido anunciado.
“Entendemos la complejidad de controlar todo en la costa. Pero las casillas del sur están en zonas ‘desérticas’, muy alejadas unas de otras“, expresó Grimaldi, quien solicitó mayor presencia policial.
“En las playas del sur hay pocos policías. Si bien cuando llamamos a la policía responden, no vemos que haya prevención”, dijo.