La reconocida actriz Betiana Blum llega a Mar del Plata con el unipersonal aclamado mundialmente “Yo amo a Shirley Valentine”, escrita por el autor británico Willy Russell y dirigida por Valeria Ambrosio. Las funciones serán hoy a las 21 y mañana a las 19 en la sala Roberto J. Payró del Teatro Auditorium, organizadas por la Secretaría de Cultura de la Provincia de Buenos Aires.
Shirley es una mujer harta de una vida rutinaria en la que su marido casi no le habla y donde ella es la madre, la esposa, la vecina y ya no recuerda quien era Shirley Valentine. Con todo el amor y ternura termina hablando con la pared para no enloquecer cuando una amiga la invita a Grecia, deja todo y huye sin imaginarse lo que le espera en ese viaje que la llevará y nos llevará por las preguntas que pueden sacar de una vida “sin vivir” y llevarnos a la plenitud de ser nosotros mismos.
En medio de una gira por el interior del país que hoy y mañana la hará subir al escenario en Mar del Plata, Betiana Blum dialogó con LA CAPITAL:
-¿Cómo definirías al personaje de Shirley?
-Shirley es la representación de cada uno de nosotros. Ella actúa y vive este viaje interno y externo que todos queremos hacer, que es la libertad de ser uno mismo, ese es el gran tema de la obra. Shirley lo hace de la manera más simple, paso a paso y tropezando hace este viaje de libertad interna. Puedo decir que la historia, además de ser muy graciosa, es un canto a la vida y un clásico que cada día tiene mayor vigencia.
-Willy Russel, el autor de la obra fue peluquero de damas. ¿Te parece que esto de “poner la oreja” lo hizo sensible a este tema?
-Estoy segura que sí. Además Rusell, puso el personaje en una mujer, Shirley, pero perfectamente podría ser para un hombre, esto de decir “yo me quiero y me valoro”. Estamos todos en este barco, a todos nos interesa, “somos nosotros”. Es una historia contada a través de un personaje sencillo y directo. Es desopilante como el autor plantea a un personaje que habla con la pared mientras pela papas.
-¿Este personaje era algo pendiente en tu carrera?
-En general no busco a un personaje para lucirme, sino que busco siempre poder trabajarlo. Shirley es un desafío, ya que tengo que desdoblarme en varios personajes. Me importa mucho qué le deja al público y compartir esta experiencia que trae, en este caso Shirley. Me parece fundamental que se diviertan.
-¿Hay otras “Shirley” entre el público que se te acerca después de la función?
-Hay muchas mujeres y hombres que se identifican con el personaje, pero además se acercan para agradecer y contarme lo mucho que se rieron.