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La Ciudad 17 de diciembre de 2019

El después del incendio: juicios millonarios y culpas cruzadas

Apagado el fuego y contabilizados los daños, especialistas aseguran que el futuro de las familias que perdieron todo en el incendio de Torres y Liva está atado a la burocracia de las aseguradoras.

En el aire, el olor a combustión es considerablemente menos intenso que ayer, al igual que el número de curiosos agolpados en las esquinas, convocados por el deseo de ver con sus propios ojos el desastre que muestran los medios de comunicación desde el domingo a la noche. El paisaje tampoco es el mismo. Con el fuego sofocado tras más de treinta horas de trabajo, bomberos y personal del Emvial comenzaron las tareas de remoción de escombros y, ahora, solo resta terminar de demoler la única parte de la estructura de Torres y Liva que todavía se mantiene en pie. Lo único que sigue igual es la angustia de los que perdieron todo y la de una ciudad entera que, conmovida por el poder arrasador del fuego, acompaña desde el respetuoso silencio y la solidaridad desinteresada.

Sin embargo, la historia de uno de los incendios más importantes de la historia de Mar del Plata recién comienza. Apagadas las llamas y contabilizados los daños, ahora resta transitar uno de los caminos más difíciles e inevitables: conocer qué pasó y, sobre todo, quién o quiénes se harán responsables de que 47 viviendas hayan quedado reducidas a cenizas, afectando las vidas de más de un centenar de personas.

El saldo es demoledor. A una planta distribuidora y departamentos que ya no existen, se suman otras viviendas que quedaron irreconocibles hasta para quienes llevaban viviendo ahí más de 30 años y las pérdidas económicas de los comercios lindantes, que si bien no sufrieron daños materiales considerables, quedaron imposibilitados de trabajar hasta que la situación se regularice.

Pasado el estupor de la tragedia, hoy todas las miradas apuntan a las aseguradoras, tanto de la distribuidora Torres y Liva (que según trascendió sería Zurich) como de los consorcios de los edificios afectados. Propietarios e inquilinos buscan respuestas y una retribución económica que los ayude a enfrentar el desafío obligado de empezar de cero y “con lo puesto”. Tal y como huyeron de sus hogares el domingo por la noche, cuando las llamas amenazaron con llevarse no solo lo adquirido con trabajo y esfuerzo, sino también sus vidas.

Ante este panorama incierto, LA CAPITAL consultó a especialistas en seguros de viviendas y comercios para conocer qué dicen los manuales ante estos casos y cuál es el escenario probable que le espera a todos los protagonistas de esta historia.

Una de las fuentes consultadas, un agente asegurador con más de 30 años de trayectoria en el área,  aseguró que la situación es “compleja” y que se esperan tiempos de “juicios millonarios” y culpas “cruzadas”, que podrán depositarse en los que naturalmente serán los principales señalados al momento de la búsqueda de respuestas, los dueños de la reconocida distribuidora, pero también alcanzar a otros actores menos involucrados hasta el momento: las administraciones de los edificios y la Municipalidad.

“Aún siendo optimistas en las sumas y las actualizaciones de los seguros sacados por los protagonistas -y que todos tengan seguros, claro-, es difícil que el dinero alcance para costear semejante siniestro”, señaló el agente, quien además destacó que, si se confirma la hipótesis de que el incendio fue intencional, se deberá comprobar que ningún integrante de la firma estuvo involucrado para que el seguro no quede sin efecto. “Habría que conocer los detalles de las pólizas, pero hay algo que es seguro: los abogados tendrán mucho trabajo”, dijo.

Según señaló el profesional, que aclaró que no conoce la realidad de los asegurados involucrados, uno de los seguros que debería contar la distribuidora, además de la póliza integral de comercio, es el de responsabilidad civil por incendio a linderos, un documento que será clave en el devenir de los afectados y el cobro de sus respectivas retribuciones económicas.

Sin embargo, aseguró que las sumas de dichos seguros “no se destacan por ser elevadas”, por lo que le resulta poco probable que lo entregado a cada uno de los afectados llegue a ser lo suficiente como para cubrir el nivel real de daño ocasionado. “El monto debería ser insólitamente alto para poder cubrir lo que pasó. Hay quienes hablan de daños a linderos por 5 millones de dólares”, explicó.

Por otra parte, el asegurador señaló que los consorcios de los edificios afectados tendrán otro inconveniente: “El seguro integral de los edificios suele cubrir solo la parte común. Es decir, pasillos, azotea, balcones. Nada que tenga que ver con lo privado. Ahí habrá otro problema importante”, indicó. Y agregó que también puede ocurrir que los propietarios, es decir el consorcio, tomen medidas judiciales contra las administraciones, en caso de que los  inmuebles hayan sido “infrasegurados”. “Porque en ese caso, el cobro del seguro por siniestro será menor del que se debería haber cobrado por el valor del lugar”, explicó.

Y agregó: “En definitiva, lo que es seguro es que habrá juicios cruzados. El abogado de un propietario le puede hacer demanda a todos. A Torres y Liva, a la administración y hasta a la Municipalidad, por no haber hecho las inspecciones correspondientes y haber habilitado semejante bomba de tiempo en el medio de la ciudad. Será complejo. Lo mejor sería que la aseguradora pague al menos adelantos ahora, para los que tienen que empezar de cero“.

Además, la fuente señaló que a la gravedad de la situación se le suma otro factor: la inflación. Para el especialista será fundamental en la retribución económica que reciban las personas afectadas que los seguros hayan sido actualizados este año. “Eso es primordial, sobre todo en un año en el que la inflación alcanzó el 55%”, señaló.

El futuro de las familias que este domingo perdieron todo en un incendio sin igual parece estar atado a la burocracia de las aseguradoras y a la expertise e insistencia de los abogados que, en caso de ser necesario, deban ponerse al frente de la lucha por recuperar al menos parte del universo que las llamas buscaron dejar en el olvido.