Nacido en Balcarce, criado en Mar del Plata, el músico Nacho Fasciglione recorre desde 2004 los escenarios locales. Ahora, motivado por sus ganas de decir a través de las canciones, editó su primer disco, “Astronauta perdido”, un material con once composiciones autobiográficas, personales, sobre la vida y sus cambios. Se mueven entre el folclore, el tango y la bossa nova.

El lanzamiento del disco, que le demandó dos años y medio de trabajo, será el jueves 12 que viene a las 21.30 en La Bodega del Auditorium. Lo acompañarán el contrabajista Dario Quel y el baterista Juan Pablo Santiago. Y además, en el show, el cantautor tocará junto a músicos invitados.

– Después de muchos años en los escenarios presentás tu primer disco, ¿era una necesidad, una cuenta pendiente?

– Ambas cosas, también sucedió que vi que se presentó una oportunidad que no podía dejar pasar: luego de convocar a Darío Quel y Juan Pablo Santiago para que me acompañaran en una fecha tras un prolongado período de inactividad, los muchachos que son unos músicos increíbles, y que es un placer escuchar y ver en acción, se engancharon y surgió la predisposición para seguir tocando. Pienso que está bueno mostrar tu música, compartirla y quería dejar plasmado algo que ya venía diciendo. Quizás en el caso de algunas viejas canciones ya son como medio ajenas, son temas que aún me gustan mucho y que creo que no están mal. Y también hay cosas nuevas, de lo que tenía que decir ahora. Realmente me alegra mucho que esto se haya dado así, en este momento, de esta forma.

– ¿Por qué Astronauta Perdido? Es un título entre dramático (un astronauta perdido nunca más regresará a tierra) y poético (todos anhelamos viajar como astronautas), ¿coincidís?

– ¡Sí! Está bueno que remarques lo del anhelo… es el título que le puse un poco porque me divertía, pero además le sentaba muy bien a una de las canciones, que habla de alguien con una gran imaginación que suele perder contacto con la realidad. Y cuando se quiere acordar ya no está donde está, no está más en la Tierra: está perdido solo en el medio de la nada. Es el único título en el que pude pensar más o menos seriamente para el álbum durante mucho tiempo, pero me terminó de cerrar como sonaba recién a último momento. Si uno googlea “astronauta perdido” se topa enseguida con un concepto aledaño: “Cosmonauta fantasma”. Barajé por un rato la posibilidad de ponerle así también, ya que estaba tardando tanto en terminarlo que era factible que el astronauta ya hubiera muerto, pero por suerte me convencieron de que ‘Astronauta Perdido’ estaba muy bien. ‘Nacho Fasciglione y sus cosmonautas fantasmas’ hubiese sido un gran nombre para un grupo indie actual. También googleando supe que si un astronauta se desprende de la sonda queda orbitando alrededor de la Tierra y en sus últimas ocho horas de vida (lo que tarda en agotarse el oxígeno) puede ver el amanecer y el atardecer como cinco veces… No lo entiendo, pero me parece hermoso y súper poético, no sé para el pobre astronauta.

– ¿Cómo fue el proceso de grabación?

– Fue un proceso bastante largo. Llevó dos años y medio de trabajo. Lo empecé a grabar en abril de 2017 y lo terminé en abril de este año. Desde entonces, mezclamos y masterizamos. “Astronauta perdido” es fruto de un proceso largo de cambios y decisiones que fueron transformando mi vida. Por eso, los temas que integran el disco son -en su mayoría- autorreferenciales. Y muchas son quejas y gravitaciones de un neurótico con atisbos de amor a la vida.