El juez federal Claudio Bonadio dispuso este miércoles la inhibición general de bienes de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner en el marco de la causa en la que se investigan presuntas irregularidades en la operatorias con dólar futuro durante el fin de su gestión, en la que ya se encuentra procesada.

La ex mandataria se enteró de la medida dictada por Bonadio este mediodía cuando llegó a los tribunales federales de Comodoro Py para notificarse personalmente de su situación procesal, trámite que le había impuesto el magistrado.

Minutos antes de las 13, Fernández de Kirchner ingresó al juzgado de Bonadio, ubicado en el cuarto piso del edificio de los tribunales de Retiro, acompañada por su abogado Carlos Beraldi, y firmó la notificación del procesamiento y del embargo de 15 millones de pesos, hecho que rechazó y que ya había apelado.

Ante ese rechazo, la ex presidenta fue anoticiada de la decisión de Bonadio de congelarle todos los bienes inmuebles y muebles que tiene registrados de modo que no pueda realizar transacciones con ellos, a través de una inhibición.

Fernández de Kirchner ya había apelado, a través de su abogado, el procesamiento “por administración infiel en perjuicio de la administración pública” que le dictó Bonadio, en el marco de la causa que investiga presuntas irregularidades en la venta de dólar futuro en el final de su segundo mandato.

La apelación deberá ser tratada por la Cámara Federal, aunque aún no está claro cuál de las dos salas de la cámara será la que intervendrá.

La ex mandataria recusó a los miembros de la Sala II de la Cámara Federal, que actualmente entienden en la causa, por entender que pudieron haber cometido “prevaricato” al confirmar al juez Bonadio al frente del expediente, luego de que ella lo recusara.

Serán los miembros de la sala I, Eduardo Freiler y Jorge Ballestero, quienes deberán resolver la recusación presentada por la defensa de Fernández de Kirchner contra los integrantes de la otra sala, Horacio Cattani y Martín Irurzun.