El secretario de Economía y Hacienda, Hernán Mourelle, no dejó un buen recuerdo en la Municipalidad. El intendente Carlos Arroyo lo echó a mediados de septiembre, después de desautorizarlo: le ordenó que se dejara de dar vueltas y le pagara a los asesores del Concejo Deliberante.

También se fue enfrentado con la oposición, que siempre lo calificó como un secretario que solo generaba controversias con cuanto sector se le pusiera adelante, como los productores teatrales, la Sociedad Rural o los clubes.

Durante su última etapa fue notorio su enfrentamiento con el secretario de Gobierno, Alejandro Vicente, y con el contador municipal, Guillermo Costanzo. Lo que se desconocía es lo que trascendió en las últimas horas: los dos lo intimaron a rectificar dichos bajo amenaza de iniciarle acciones judiciales.

Según reveló el sitio loquepasa,net, Mourelle se enteró de esta novedad el martes, cuando fue a la Municipalidad y fue interceptado por un escribano que le entregó las notificaciones.

Mourelle había acusado a Vicente y al secretario de Legal y Técnico, Gustavo Gil de Muro, de “torcer la voluntad del intendente” y generar decisiones que “transgredían normas municipales”. No fue todo: también dijo que formaban parte de la “podredumbre política de la ciudad” y de estar “en una cloaca”.

Para Vicente esas declaraciones “afectan su imagen profesional y su buen nombre y honor como abogado”.

Por otro lado, Mourelle había acusado a Costanzo de ejercer una “mala praxis”, de “querer desviar fondos a empresas y para la política” y de “ser incitador principal para desviar fondos para usos que la ley prohíbe”.

Costanzo lo intimó a que ratifique o rectifique esas declaraciones. “La injusta ligereza y capciosidad de sus expresiones no va a ser aceptada por mi parte, ya que me afectan como padre de familia, ciudadano y funcionario. Le anticipo que agotaré todos los medios e instancias que me acuerdan las leyes y la constitución para lograr la máxima pena que merezca su conducta irresponsable”, señala la intimación.