1-5 ante Rosario Central. Cuatro caídas consecutivas. Penúltimo, y cada vez más hundido, en la tabla de promedios. Después del descalabro en “El Gigante de Arroyito”, además, último lugar en la tabla de posiciones. La situación deportiva de Aldosivi es delicadísima por no calificarla como desesperante.

La renuncia de Gustavo Álvarez no produjo alivio alguno. Ángel Guillermo Hoyos, su sucesor, vino con recetas nuevas, pero su pericia comienza a ser mirada de reojo por muchos. El equipo, por momentos, ha tenido otra presencia ofensiva. Sin embargo, es más vulnerable que antes en el fondo.

Los números no mienten. Bajo la conducción de Álvarez, en ocho fechas, a Aldosivi le convirtieron diez goles. Después del breve interinato de Fabio Radaelli (0-2 vs. Racing en Avellaneda), con Hoyos al frente, recibió 13 goles en 5 partidos. Si se tiene en cuenta el 1-0 inicial ante Defensa y Justicia, fueron 13 en 4 cotejos: a razón de 3,25 cada noventa minutos. Demasiado en un panorama con tantas urgencias.

El tiempo de ensayo y error se achica cada vez más, pero si hay algo que no tuvo el nuevo DT es tiempo. Así lo entiende hoy la dirigencia. La conducción de Aldosivi reconoce que a Hoyos, entre otras cosas, le faltan semanas de prácticas y partidos.

“El entrenador necesita más tiempo para trabajar. En estos momentos no hay que asustarse ni dejarse llevar por el pánico”, sostuvo una fuente dirigencial.

Hoy Hoyos cuenta con respaldo. Y ese apoyo, entre diciembre y enero, está dispuesto a manifestarse con algunos refuerzos para el equipo. En ese sentido, hace algunas semanas los dirigentes todavía insistían en mantener el plantel como estaba.

Pero la caída en las dos tablas no se detuvo y la idea original se modificó. En su momento se interpretaba que la inversión realizada en el mercado de invierno había sido suficiente. Sin embargo, por un lado, algunos jugadores no dieron la talla y, por otro, los problemas de lesiones han sido innumerables.

Gustavo Alvarez, al momento de irse, tuvo los cuatro mediocampistas generadores de juegos afuera por distintos inconvenientes físicos: Alan Ruiz, Facundo Bertoglio, Francisco Grahl y Román Martínez.

A Ángel Hoyos, por su parte, se le lesionaron Emanuel Iñiguez y Leandro Maciel en el primer tiempo ante Gimnasia y luego Gonzalo Verón. Nahuel Yeri no juega desde la cuarta fecha. Por sólo citar los ejemplos más notorios.

Si bien Aldosivi no saldrá a tirar la casa por la ventana, hoy existe consenso para sumar dos o tres jugadores que puedan potenciar al equipo. De momento, esa es la receta que los dirigentes están dispuestos a seguir para revertir esta situación. El tiempo, que no sobra, determinará si es lo suficientemente potente.