Macri destinó casi toda la plata del FMI a pagar deuda externa
De los casi US$ 44.300 millones enviados por el organismo, US$ 35.344 millones se usaron para cancelar servicios de la deuda pública en moneda extranjera. Sólo quedan disponibles poco más de US$ 1.900 millones.
El 83% de los fondos prestados a la Argentina por el Fondo Monetario Internacional fueron destinados a pagar deuda externa por la administración de Mauricio Macri, según datos oficiales que trascendieron este lunes.
El organismo transfirió en total casi US$ 44.300 millones, ya que la crisis económica y el cambio de signo político en las elecciones llevaron al organismo a frenar los otros US$ 12.000 millones acordados en el marco del convenio ‘stand by’ por un total de US$ 56.300 millones.
En septiembre, el FMI debería haber transferido el último tramo del año, por US$ 5.700 millones, pero la contundente derrota sufrida por Macri en las PASO terminó frenando cualquier desembolso nuevo.
De la plata enviada por el FMI sólo quedan disponibles poco más de US$ 1.900 millones, dice el informe oficial elaborado por el Ministerio de Hacienda.
Del total de lo enviado (US$ 42.382 millones), se usaron para cancelar servicios de la deuda pública en moneda extranjera US$ 35.344 millones (83% del total).
Además, para servicios de deuda en moneda nacional fueron necesarios US$ 6.072 millones (14%).
También se utilizaron fondos para gastos primarios en moneda extranjera, mayoritariamente importaciones de combustible, por US$ 774 millones (2%).
Renegociar sin ajustes
El futuro presidente Alberto Fernández había advertido tras las primarias de agosto que la plata del FMI se usó para “fugar capitales”.
Fernández alertó que el préstamo del Fondo no generó los resultados esperados y advirtió que “la economía real no ha dejado de contraerse, el empleo y la situación de las empresas y las familias de empeorar, la inflación no ha tenido una trayectoria descendente sostenida y el endeudamiento público no ha dejado de crecer”.
Fernández mostró su “preocupación por el hecho de que los créditos otorgados por el FMI al Gobierno Nacional hayan sido utilizados, en gran parte, para financiar la salida de capitales”.
“El último desembolso ha sido íntegramente destinado a financiar la fuga. Este fenómeno constituye un incumplimiento flagrante a lo dispuesto por Artículo VI del Acta Constitutiva del organismo”, había advertido Fernández en un duro comunicado.
La semana pasada, Fernández mantuvo su primera conversación con la nueva jefa del Fondo, la búlgara Kristalina Georgieva, que fue bien recibida por ambas partes.
Pero la nueva número uno del organismo había alertado que el plan económico argentino debía tener “viabilidad fiscal”.
Fernández también dijo lo suyo, al advertirle que estaba dispuesto a renegociar el acuerdo pero que era inviable hacer más ajustes en una economía exhausta.
“Entiendo la relevancia de la viabilidad fiscal, no me tiene que convencer de eso. Pero es mi deber anticiparle que en la situación en la que se encuentra la economía argentina es difícil propiciar un mayor ajuste”, le dijo Fernández.
El futuro presidente señaló: “No podemos hacer más ajustes fiscales porque la situación es de una complejidad enorme, el nivel de ajustes en la era de Macri ha sido tremendo”.