A todo ritmo continúa ejecutándose la polémica reparación integral del asfalto en Strobel al 3800, obra que el intendente Carlos Arroyo le “obsequió” a su pareja, la subsecretaria de Educación, Susana Rivero, a días de terminar el gobierno.

Se trata de la única obra de vialidad en todo Parque Luro -y alrededores- y en pocos días ya estará terminada. Las maquinarias y el personal municipal avanzaron rápidamente en los trabajos y en la recta final del arreglo, los operarios descubrieron que uno de los carteles del Emvial fue intervenido con un curioso mensaje referido al polémico interés personal de Arroyo con esta obra, para la cual debieron interrumpirse tareas en otro frente.

En la esquina de Strobel y Dardo Rocha, donde comienza la reparación de una cuadra que en buenas condiciones estaba en comparación a otras del barrio y la zona norte de la ciudad, uno de los carteles del Emvial amaneció con la inscripción: “Gracias amor, arreglame la ciudad”.

En menos de una semana, la obra frente a la vivienda donde reside la pareja del jefe comunal, subsecretaria de Educación nombrada por Arroyo, madre de tres funcionarios con cargos jerárquicos y hasta abuela de una joven también incorporada por el intendente a la planta municipal, está prácticamente terminada.

Los trabajos en Strobel al 3800 avanzaron a todo ritmo en una semana, pese a la lluvia

Luego de que LA CAPITAL revelara que la única cuadra bajo reparación en Parque Luro es la de la “compañera” del intendente, Susana Rivero, los trabajos se intensificaron para terminarlos cuanto antes y evitar la polémica. Tarde.

Si bien en pleno centro los arreglos de algunas de las intersecciones de la Peatonal San Martín se extendieron por casi un mes, algunas calles tienen carteles de obra hace meses sin avances, y mientras a su vez hay cientos de arterias destrozadas y sin mantenimiento alguno por toda la ciudad hace meses -incluso años- volviendo imposible transitar, en Strobel al 3800 la reparación está próxima a terminarse y duró días apenas. La calle está quedando en perfectas condiciones.

“Gracias amor”, dice ahora el cartel del Emvial que marca el comienzo de la obra. “Lo debe haber pintado ella”, exclamó un vecino con ironía, convencido de que en realidad fue alguien más, y advirtió a su vez las faltas de ortografía -intencionales o no- en el mensaje (“Arreglame la siuda”, dice textualmente) firmado por “Yo MDP”.

El sorpresivo mensaje pintado en los carteles del Emvial llamó la atención de los vecinos de la zona, mientras que las imágenes del mismo comenzaron a circular en las últimas horas por distintas redes sociales, despertando más críticas de los vecinos luego de que LA CAPITAL develara el trasfondo de esta polémica obra que generó consternación y bronca, sobre todos en aquellos que pese a sus reclamos, no tuvieron prioridad en el arreglo de su calle, tal vez por no ser familiar.

La reparación de esta calle, que se realiza no en forma superficial sino en profundidad con una retroexcavadora, dos camiones “almejeros”, una minicargadora y entre seis y ocho empleados del Emvial, se extiende desde Dardo Rocha hasta Ricardo Gutiérrez e incluye la reparación total de la capa asfáltica e incluso de algunos tramos del cordón.
Ni siquiera el provisorio titular del Ente Municipal de Vialidad y Alumbrado (Emvial), Eduardo Leitao, logró justificar la polémica obra.

Nervioso y titubeante, el funcionario que preside también el Ente Municipal de Servicios Urbanos (Emsur) intentó explicar que se ordenó su ejecución por varios confusos motivos. Mencionó que podría haberse producido una rotura hidráulica en ese sector, pero también señaló un desnivel en esa calle y a su vez calificó como “muy, muy, muy importante” a la calle Strobel para indicar el por qué del arreglo, claro, sin mencionar la vinculación amorosa entre el intendente de General Pueyerredon y una de las vecinas y piezas de su gabinete en retirada.

Lo cierto es que la obra pedida por Carlos Arroyo como reclamo de su pareja fue ordenada por Leitao al personal del Emvial, que hace semanas se encuentra a su cargo, lo que habría generado un notorio malestar en la cuadrilla, que debió abandonar otro frente de obra para priorizar “la cuadra de Susana”. Que termine la desprolijidad es cuestión de días. La obra también.