Barcelona paraliza la apertura y ampliación de departamentos turísticos
Vista de la Sagrada Familia desde un departamento de la zona. Foto: airbnb.
BARCELONA.- El ayuntamiento de Barcelona, una de las ciudades más turísticas de España y Europa, suspendió este viernes durante un año la apertura y ampliación de dpartamentos de uso turístico, una actividad muy cuestionada por las asociaciones de vecinos.
El objetivo de esta “decisión preventiva” es garantizar que no aumente el número de viviendas de uso turístico, actualmente 9.591, de cara a la próxima regulación del ejecutivo regional de Cataluña sobre este sector, que legalizará el alquiler de habitaciones “como nueva tipología de alojamiento turístico”, explicó el gobierno municipal.
La actual situación de estos departamentos es ilegal y se desarrolló “a espaldas” de Barcelona, explicó la responsable de Urbanismo de la ciudad, Janet Sanz.
Barcelona recibió en los ocho primeros meses del año 8,1 millones de turistas.
El turismo es una de las principales fuentes de ingresos de la capital catalana, que emplea a unos 40.000 trabajadores directos y unos 100.000 indirectos, según fuentes del sector.
Sanz aseguró que la apertura de la actividad de habitaciones turísticas “tendrá una repercusión importantísima en la morfología de Barcelona y también en el derecho a la vivienda”.
En la capital catalana existe una corriente de turismofobia, con acciones contra la masificación del turismo, que protagonizaron el debate público el verano pasado.
Esta masificación y el aumento del número de apartamentos turísticos han generado en los últimos años un serio problema de mayores precios y menor oferta de vivienda para los vecinos de la ciudad, además de la pérdida del comercio de proximidad o de espacios urbanos de referencia.
La Federación de Asociaciones de Vecinos (FAVB) llevó a cabo una campaña pidiendo a los turistas que no cuenten a nadie su visita a esta ciudad, a fin de reducir el número de visitantes, con argumentos como: “Barcelona es un tesoro, ¡escóndelo!”.
La suspensión acordada tendrá una duración de un año, durante el cual se estudiará una modificación de las normas sobre las viviendas de uso turístico en Barcelona, según precisó el Ayuntamiento.
EFE