BALCARCE (Corresponsal).- La Municipalidad, la Asociación Autódromo y los amantes del automovilismo ya proyectan más obras para dotar al autódromo Juan Manuel Fangio de más seguridad en pista.

Si bien nadie lo expresó, fue un alivio que el domingo durante la presentación del Zonal del Atlántico no se produjeran incidentes y a partir de allí se pudiera afirmar que “la seguridad en pista funcionó bien”.

Luego del moderado optimismo, ya que sólo se logró autorizar para competencias al “circuito chico”, ahora las autoridades ya proyectan una segunda etapa de trabajos que lograría extender la pista habilitada. Siempre con la vista puesta en que se logre alcanzar la totalidad de los 4592 metros de extensión que tiene todo el perímetro de La Barrosa y así vislumbrar la vuelta del Turismo Carretera, la categoría más taquillera del país.

El subsecretario de Turismo, Sebastián Vidal, comentó que “el próximo paso será realizar una variante para recuperar 2400 metros del circuito que le darán otra visibilidad al autódromo”.

Las cuestiones por mejorar son costosas y por ello es que hay marcada cautela a la hora de hacer anuncios. Como decía Mostaza Merlo hay que ir “paso a paso” y todos los saben.

En ese sentido, Balcarce corre en desventaja con respecto a otros circuitos que están apoyados por gobernaciones. Sabido es que la provincia tiene muchos circuitos y que le sería muy oneroso al gobierno provincial que todos estén en condiciones.

Vidal reconoció que “falta una fuerte inversión en servicios” pensando en la necesidad de que todos los equipos de competición encuentren los medios de comodidad necesarios y lo mismo para el público.

En la Municipalidad se desarrolló una reunión para trazar un balance de lo acontecido el último fin de semana. En el encuentro estuvo presente el ingeniero Sergio Salazar, quien fue el encargado de conducir los trabajos en el emblemático circuito.

Más allá de destacar y valorar el acompañamiento del público, que vivió con fervor y entusiasmo cada jornada, las autoridades hicieron hincapié en las condiciones que presentó todo el predio y la respuesta de la pista en materia de seguridad. Circunscribiéndose a aspectos generales las expectativas fueron ampliamente superadas. Se habló, de igual modo, de la importancia de haber avanzado por etapas con el proyecto de recuperación, detallando que  “las modificaciones de las dos curvas extremas, la 1 y 6, para lograr escapes y bajarle la velocidad, fueron muy fructíferas”.