Respiro para Dilma Rousseff
El influyente Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) eligió un presidente de bloque afin al gobierno de Brasil.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, obtuvo ayer un fuerte apoyo del influyente Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que eligió como jefe en la Cámara Baja a un diputado abiertamente contrario a un posible juicio político contra la mandataria.
El PMDB tiene la primera minoría en la Cámara de Diputados y la elección interna celebrada ayer era clave para el Gobierno, ya que los jefes de los partidos representados en el Congreso serán quienes designarán a los miembros de una comisión especial que determinará si existen méritos jurídicos para un posible juicio contra Rousseff, que impulsa la oposición liderada por el Partido de la Social Democracia Brasileño (PSDB).
A pesar de su carácter oficialista, la formación que lidera el vicepresidente del país, Michel Temer, alberga una fuerte disidencia favorable al proceso que la oposición promueve contra Rousseff por supuestas irregularidades en los balances que el Gobierno presentó en 2014 y 2015, que pudieran ser motivo para su destitución.
De hecho, la presidencia de la Cámara de Diputados está en manos de Eduardo Cunha, autoproclamado opositor del gobieno de Rousseff, por ende impulsos del impeachment contra la mandataria y a su vez investigado y acusado por hechos de corrupción derivados del caso Petrobras.
En la interna se impuso el diputado Leonardo Picciani, un férreo defensor de Rousseff que obtuvo 37 votos, frente a los 30 que se volcaron en favor del otro candidato, Hugo Motta, quien apoya el proceso contra la mandataria.
“Aquí no hay vencedores ni vencidos. La victoria es de todo el PMDB, que seguirá caminando junto”, dijo Picciani tras la elección, en un tono claramente conciliador.
Para reforzar las posibilidades de Picciani, el Gobierno hasta autorizó al ministro de Salud, Marcelo Castro, que es diputado por el PMDB, a retomar su escaño por un día, a pesar de la emergencia sanitaria declarada en el país por el virus del Zika.
Decenas de manifestantes protestaron contra esa decisión del Gobierno en el propio Congreso y muchos lo hicieron vestidos con disfraces de mosquitos, en alusión al Aedes aegypti, transmisor del zika, el dengue y también el chikungunya.
En declaraciones a periodistas, Castro insistió en que solo se tomó “un día” y aseguró que lo hizo porque tenía “el deber de estar junto al PMDB en defensa del Gobierno y de la presidenta Rousseff”.