La Justicia de Garantías otorgó la prisión preventiva para Carlos Flores (68), el hombre acusado de haber atropellado intencionalmente y matado a Ramiro Agüero (16) y haber dejado lisiado a Franco Robles (23), el pasado 4 de junio en el barrio Jorge Newbery.

La fiscal Andrea Gómez, al hacerse cargo de la causa luego de que la tuviera la Fiscalía de delitos Culposos por casi 4 meses, imputó a Flores por “homicidio y homicidio en grado de tentativa en concurso ideal entre sí” y, tras detenerlo, solicitó la prisión preventiva.

Para Gómez se encuentra probada que el 4 de junio, cerca de las 13.20 Carlos Héctor Flores, quien conducía una camioneta Toyota Hilux, por Portugal, al arribar a la intersección con calle Alberti, y “con el inequívoco propósito de quitarle la vida al conductor” de una moto Honda CB 250, la embistió de forma violenta. En esa moto viajaban Franco Roles y Ramiro Agüero.

Sin aminorar su velocidad pese al impacto, Flores continuó la marcha de la camioneta y arrolló a la moto hasta que se produjo la detención sobre el paredón del Club de Empleados de Comercio.

Por el impacto -primero de la moto contra la camioneta, luego contra el paredón-, Ramiro Agüero, que iba como acompañante murió a razón de un paro cardiorespiratorio traumático secundario a shock hipovolémico con politraumatismos graves. Por su parte, Robles, sufrió politraumatismos con traumatismo cerrado de tórax y fractura expuesta de tibia-peroné derecha que ocasionaron su amputación.

“A partir de lo expuesto, considero que existe en autos un conjunto de indicios múltiples, precisos, graves, absolutamente concordantes entre sí y con las demás constancias obrantes en la presente causa, como para tener por provisoria y suficientemente acreditada la participación penalmente responsable del imputado Carlos Hector Flores”, expresó la fiscal Gómez en el pedido de prisión preventiva.

Testigos de la “camioneta como arma”

Una mujer relató a los investigadores lo que vio y afirmó que el conductor de la camioneta (Flores) observó a la moto, y lejos de aminorar la marcha, aceleró y los chocó, para luego direccionar la camioneta con la moto embestida contra el paredón que se encuentra por calle Portugal, arrastrándola hasta chocar con el mismo, quedando los jóvenes debajo de la camioneta.

“Al ver la situación con mi amiga nos pusimos a gritar en forma desesperada saliendo todos los vecinos a ayudar a dar vuelta la camioneta. En la desesperación no llegamos a ver qué pasaba con el conductor de la camioneta, que sé por comentario que se bajó y salió caminando por calle 220”, expresó la testigo en su declaración.

Los testimonios de los vecinos del barrio Jorge Newbery, también dan cuenta de un problema de vieja data entre Robles y Flores, relacionado a la venta de cocoaína en la zona.

Flores, exconvicto reincidente

Carlos Flores (68) se encuentra en conflicto con la ley penal prácticamente desde siempre. Incluso, cuando la fiscal Gómez ordenó detenerlo ya se encontraba detenido en la cárcel de Batán, por haber participado en agosto de unos violentos robos en viviendas en una investigación que manejaba el fiscal Mariano Moyano.

Para la fiscal Gómez, la prisión preventiva de Flores se justifica por la pena prevista para el delito imputado y por el pasado vinculado al delito del imputado.

Flores registra sentencias condenatorias firmes que implicarían que una eventual condena sería de efectivo cumplimiento y correspondería la declaración de reincidencia.

La primera de las condenas que posee Flores fue dictada por el Tribunal N° 4, el 27 de junio de 2013, cuando recibió una pena de cuatro años y seis meses de prisión como autor del delito de Robo agravado por el uso de arma de fuego en tentativa, dictando una pena única de once años de prisión, comprensiva además de la de siete años y tres meses que le fuera impuesta por un tribunal de La Matanza.

La segunda condena que tuvo en Mar del Plata también se la dictó el Tribunal N°4, cuando en 2014 le impuso la pena de tres años y seis meses de prisión, como autor del delito de Robo agravado por su comisión en poblado y banda, dictando la pena única de trece años de prisión, comprensiva además de la pena también única de once años de prisión dictada.