En el aire se intuía un ambiente tenebroso y de feria circense. Los más chicos se juntaron desde temprano ansiosos por celebrar. Lucían disfraces y la emoción los desbordaba. La Noche de Brujas también se festejó en Mar del Plata y fue todo un éxito: es que por octavo año consecutivo, la Casa de Halloween del barrio Bernardino Rivadavia volvió a ofrecer un espectáculo con todos los condimentos de esta festividad con arraigo estadounidense.

Fueron más de cinco horas de festejos en la casa de Matheu al 5300 por la que pasaron alrededor de 250 chicos que se llevaron regalos y una sonrisa de oreja a oreja a sus hogares.

Allí vive Matías Retamal Luengo, quien todos los años decora el frente de su vivienda con motivo de la fiesta de Halloween: este 31 de octubre la temática fue la casa de una bruja. Para ello, diseñó una bruja en tamaño real, colgó luces led, monstruos que se movían solos con sensor de sonido y un caldero que arrojaba niebla y humo al sector del improvisado cementerio. “En el aire se podía respirar ese ambiente un tanto tenebroso y un tanto de feria circense”, señaló Retamal Luengo y sostuvo que para esta ocasión “hubo muchas innovaciones a nivel visual”.

En ese sentido, en una de las puertas de entrada de la Casa de Halloween se montó una pantalla que reproducía imágenes típicas de esta festividad “para que los chicos esperen la hora del reparto de caramelos y de los sorteos”.

Sobre la entrega de golosinas, indicó que este año “se redobló la apuesta” y regalaron “muchísimos” caramelos porque “vinieron más personas que en festejos anteriores”. Como siempre, no faltó el tradicional “Dulce o Truco” y el reconocimiento a los mejores disfraces.

“Estuvo fabuloso porque la sonrisa de los chicos fue aún mayor y quedaron encantados. El propósito de todo esto es que se diviertan como a mi me hubiera gustado divertirme cuando era pequeño”, cerró y recordó que la Casa de Halloween quedará ambientada para poder visitarla hasta el domingo 3 de noviembre.