La intendencia, un estigma de 65 años para el peronismo local
El último intendente peronista de General Pueyrredon fue elegido en 1954. Entre los diez partidos más poblados de la provincia, es el único donde esa fuerza política no pudo regresar tras el derrocamiento de Perón.
Juan José Pereda, primer intendente peronista de Mar del Plata.
Por Gustavo Visciarelli
Es una creencia extendida que Mar del Plata nunca tuvo intendentes peronistas cuando en realidad hubo tres. Todos fueron elegidos durante las dos primeras presidencias de Juan Domingo Perón y ninguno terminó su mandato. Desde entonces, esa fuerza política no volvió a dirigir el Ejecutivo local.
El primero de ellos, Juan José Pereda, fue elegido el 14 de marzo de 1948, a 13 días de que Perón -que llevaba dos años en la presidencia- nacionalizara los ferrocarriles. Con las mujeres todavía excluidas, 18.768 hombres votaron aquel domingo en las 97 mesas habilitadas en Mar del Plata.
El slogan de la campaña publicitaria peronista –la mayor que se había visto en la ciudad- incorporó al gobernador bonaerense: “Con Perón, Pereda y Mercante, Mar del Plata adelante”.
La realidad no fue tan auspiciosa. El Partido Peronista, nacido 13 meses antes, sufría turbulencias en el ordenamiento de su universo original. Por caso, Cipriano Reyes –líder del Partido Laborista, pilar fundacional del movimiento- mutaba en figura confrontativa.
Las crónicas de la época reflejan que esas diferencias replicaron en el diseño del peronismo marplatense y se ahondaron con la controvertida elección interna del candidato Pereda, un médico respetado pero carente de raigambre en las bases. La consecuente crisis de gestión, que incluyó la división del bloque peronista, determinó que el gobernador Domingo Mercante interviniera la comuna en marzo de 1950 y enviara al doctor Federico Callejas a cumplir el rol de comisionado.
Olegario Olazar fue elegido intendente por el peronismo en 1951. Renunció en el ’53.
Un candidato poco conocido
Tras la Reforma Constitucional de 1949, los comicios del 11 de noviembre de 1951 abundaron en novedades. Por empezar, en el mismo acto fueron elegidos presidente y vice (arrasó la fórmula Perón-Quijano), senadores nacionales, gobernadores (en Buenos Aires triunfó el mayor Carlos Aloé por el peronismo), senadores y diputados provinciales, intendentes y concejales.
Las mujeres votaron por primera vez en cumplimiento de la ley promulgada en 1947 y su presencia elevó a casi 70 mil el número de electores, que sufragaron en 123 mesas femeninas y 118 masculinas.
También fue “estrenada” la reforma de la Ley Electoral, que,eliminando la representación proporcional, le otorgaba al ganador la intendencia y ocho bancas del Concejo Deliberante, reservando cuatro para las minorías.
El peronismo obtuvo un claro triunfo en Mar del Plata y así llegó a la intendencia Olegario Olazar, quien se desempeñaba como gerente del Banco Hipotecario Nacional y era más conocido en vínculos gubernamentales que en el vecindario marplatense. Jaqueado por conflictos de diversa índole, renunció en 1953 y fue sucedido por dos comisionados: José María Carbusiero y Eduardo Teisaire.
José Antonio Cavallo, elegido en 1954, último intendente peronista de la ciudad.
José Antonio Cavallo
En marzo de 1954, en su única visita presidencial a Mar del Plata, Perón inauguró el Festival Internacional de Cine y la sede del Sindicato de Empleados de Comercio. Al mes siguiente, las urnas consagraban al tercer intendente peronista de Mar del Plata.
A diferencia de los anteriores, el doctor José Antonio Cavallo era una figura con ascendencia en el movimiento obrero por su desempeño en el Ministerio de Trabajo y Previsión y en los Tribunales de Trabajo de Mar del Plata.
En aquellas elecciones habilitaron 269 mesas donde sufragaron 39.289 hombres y 39.233 mujeres. Cavallo obtuvo 40.306 votos contra 26.315 de la segunda fuerza –la Unión Cìvica Radical- que postulaba a Oscar Murgier.
La gestión del intendente Cavallo terminó el 19 de septiembre de 1955 cuando buques de la Armada bombardearon el puerto de Mar del Plata, forzando la renuncia de Perón.
Desde entonces, a contramano de los triunfos logrados a nivel nacional y provincial en 1973 y en los ciclos menemistas y kirchneristas, el peronismo –cuyo último candidato local triunfó hace 65 años y siete meses- no volvió a conducir la intendencia marplatense.