La casa que se estaba construyendo en el barrio Las Avenidas tenía un baño con hidromasaje,  televisores LCD de gran tamaño, muebles y electrodomésticos de gran valor, y hasta un quincho para 20 personas. Varios albañiles trabajaban todo los días en la vivienda de la calle Ayolas al 9900, incluso ayer, cuando la policía irrumpió y los trabajadores confirmaron lo que intuían. Que el dueño juntaba la plata muy rápidamente.

El dueño no era sino otra cosa que un puntero narco de 63 años que vendía estupefacientes desde un dúplex ubicado a pocas cuadras de allí y que lo hacía con tanto caudal de clientes y margen de ganancia que volcaba gran parte del dinero a la casa provista de los mejores lujos y no dudaba en mostrarse a bordo de una camioneta valuada en más de medio millón de pesos.

Cuando los efectivos policiales de la División de Tráfico de Drogas Ilícitas de la Policía Bonaerense ingresaron la propiedad del narco descubrieron lo bien que iba el negocio de las venta, especialmente de cocaína.

El estilo de vida del dueño del “point” también llamaba la atención de muchos y, entre verdades y rumores, los investigadores fueron acercándose y acumulando pruebas.

Precisamente en el lugar se hallaron frascos conteniendo más de un kilogramo de la variedad conocida como “alitas de mosca”, que se caracteriza por ser de altísima pureza.

También en el operativo fueron secuestrados recipientes con marihuana y pastillas de éxtasis.

La esposa del detenido, de nacionalidad paraguaya, se encuentra en estos momentos en el país limítrofe y es probable que en las próximas horas se libre una orden de detención por considerarla participe del delito de venta de drogas.

La investigación estuvo a cargo de los fiscales Daniela Ledesma y Guillermo Favaro, quienes desde el mes de mayo ordenaron a la policía profundizar las tareas de inteligencia para establecer si el dato que circulaba sobre un punto de venta de drogas en el barrio Las Avenidas.

La metodología era sencilla y para nada disimulada, apenas preservada por la discreción del comprador. Sin embargo, siempre hay quien habla de más y la información comienza a circular.

De todos modos, el estilo de vida del dueño del “point” también llamaba la atención de muchos y, entre verdades y rumores, los investigadores fueron acercándose y acumulando pruebas.

Finalmente se determinó que el hombre de 63 años y su mujer paraguaya vivían en la casa de Ayolas al 9900 pero vendían la droga en Tripulantes del Fournier al 10000, sitio al que llegaban compradores del barrio y otros de no tan cerca en sus automóviles.

Con la autorización de la jueza Lucrecia Bustos y la participación de policías de la dependencia que investigó con apoyo de Seguridad, DDI, Automotores y Caballería se allanaron ayer por la tarde los dos domicilios y en el dúplex del barrio 1500 Viviendas  se descubrieron las armas de grueso calibre, una pistola 9 milímetros y otra .380, cerca de 150 municiones y algo de marihuana y pastillas de Extasis. Sentado a la mesa, estaba el narco, quien no ofreció resistencia de ningún tipo.

Colgada de una de las ventanas del dúplex resaltaba una bandera con la imagen de San La Muerte y a su lado una motocicleta Honda que ahora se investigará si es de origen lícito.

Se sabía que el hombre estaba ahí por las tareas de vigilancia aunque cualquiera se hubiese enterado: en la puerta del dúplex estaba estacionada su llamativa camioneta Dodge Ram color roja.

El otro grupo de policías que irrumpió en la casa de Ayolas encontró más de un kilogramo cocaína y dinero, además de algunos lujos y un proyecto de casa que contrastaba con el resto de las viviendas del barrio. El dueño de casa no tenía una profesión conocida excepto la que le permitía sus relativos lujos.

Además de la camioneta RAM la policía secuestró dos motocicletas y un automóvil Ford K.

El detenido quedó a disposición de la Justicia y ahora se trata de determinar si la pareja, que se encuentra en Paraguay, puede ser imputada del narcomenudeo.