“El presidente puede opinar lo que quiera”
El entrenador de Alvarado, Juan Pablo Pumpido, no entró en polémicas tras las declaraciones de "Wenchy" Méndez.
Por Juan Miguel Alvarez
En tiempos turbulentos, Juan Pablo Pumpido no se desenfoca de sus objetivos. Tal es así que el día después del triunfo que le dio un poco más de respaldo en el cargo de entrenador de Alvarado, pasa desde la mañana hasta la noche en el predio de la Ruta 88. Atiende a la prensa -el domingo no quiso hablar después del partido- y evita confrontar con Wenceslao Méndez, quien fue crítico con el rendimiento del equipo. “El presidente puede opinar lo que quiera”, respondió ante la consulta de LA CAPITAL.
Pumpido preparó y comandó el ensayo matutino, luego se instaló en su oficina ubicada en el predio para analizar cuestiones vinculadas al equipo y más tarde observó el partido de la Primera local. En su cabeza sólo está Alvarado.
Pumpido dijo no ver “fantasmas” ni considera que necesite algún respaldo dirigencial porque no hubo alguna situación especial que lo amerite. Aún después de las llamativas declaraciones del presidente Méndez en el vestuario del José María Minella, después del triunfo 3-2 sobre Estudiantes de Río Cuarto. Entre otras cosas, “Wenchy” expresó que el equipo “no tiene funcionamiento” o que por los jugadores que tiene “no puede estar en el lugar que se encuentra en la tabla”. Pumpido fue políticamente correcto y ante las consultas respondió que “cualquiera es libre de tener su opinión”.
– ¿Era vital ganar el partido contra Estudiantes, para el equipo y para vos, por la ubicación en la tabla?
– Era importante como todo partido que se juega en la situación en la que estábamos. Nos sirve para ganar confianza y sumar de a tres. El equipo merece más puntos de los que tiene, pero la realidad es que hasta el partido con Estudiantes tenía cinco y necesitábamos ganar para meternos en un pelotón de equipos que estamos en tres puntos. Está todo muy parejo.
– ¿Te dejó conforme la evolución que tuvo el equipo respecto al partido con Ferro, en el que habían tocado fondo sobre todo en el aspecto ofensivo?
– Indudablemente hubo una mejoría. El equipo salió a presionar mucho más arriba. Sabíamos que enfrentábamos a uno de los mejores equipos del torneo, la tabla así lo dice. Teníamos que salir a ahogarlos y no dejar que hagan su juego. La mayoría de los futbolistas están juntos hace tres o cuatro años y jugan muy bien. Logramos lo que queríamos con presión, actitud y agresividad en la marca. Y siendo agresivos también en la parte ofensiva, tomando buenas decisiones. Lo del primer tiempo nuestro fue de lo mejor del torneo. Creo que fue injusto el 3-1 porque merecíamos irnos al entretiempo 3 a 0. Tuvimos una desatención, hay que corregir y seguir trabajando en eso, pero me parece que el resultado fue justo; no por el marcador, porque tendría que haber sido con más diferencia.
– El segundo tiempo no fue bueno. ¿Les cuesta encontrar regularidad dentro de un mismo partido?
– No hubo etapas malas en este partido. Hubo dos situaciones de área. En una no pudimos despejar tras un centro y en otra de un lateral. El segundo gol vino tras una plancha clarísima de Cabrera. Después Estudiantes nunca tuvo el dominio ni generó situaciones. Uno se va con una sensación por el resultado ajustado, que lo fue, pero creo que tuvimos el partido controlado en los noventa minutos. En la desesperación por conseguir el resultado parece que sufrimos, pero ellos no tuvieron situaciones salvo los goles.
– No tuvieron situaciones claras, pero con el resultado ajustado ustedes se aferraron mucho a la mínima diferencia.
– Estudiantes tiraba la pelota desde mitad de cancha al área. Metieron cuatro delanteros y prácticamente no tuvieron situaciones porque bloqueamos todos los caminos.
Uno sufre porque la pelota va en el aire y depende de un rechazo para que no se dé una situación de gol. Ante la necesidad del resultado, se sufre el doble.
– Más allá del triunfo, hubo otra buena noticia que fue el regreso positivo de Diego Becker. De a poco vas teniendo el plantel completo para poder elegir lo que creés conveniente en cada partido…
– Diego ya con Barracas tuvo un buen partido y después por la lesión lo perdimos un mes. Lo mismo Gonzalo (Lucero). Muchos jugadores vienen sin continuidad, que fue la forma en que pudimos armar el plantel. Obviamente iba a llevar algunas fechas. Pero no imaginamos que íbamos a tener los resultados que tuvimos, a pesar de no merecerlos. Porque estoy completamente seguro que merecemos más puntos. El fútbol es resultados y análisis sobre eso. Pero yo trabajo con tranquilidad porque los jugadores están al cien por ciento en la predisposición para sacar esto adelante y lo demostraron con la actitud del domingo.
– ¿El equipo se sintió más cómodo al resignar un mediocampista central para jugar con dos externos más clásicos?
– Fue lo que vimos para este partido. Cuando fuimos a Barracas y jugamos con tres salió bien. Cuando jugamos con Platense de local o fuimos a Temperley también. Para este partido leímos que era mejor poner dos delanteros de área con los centrales y dos jugadores de ida y vuelta por afuera.
– ¿Cuál es la relación con la dirigencia? Lo pregunto porque después del triunfo el presidente (Wenceslao Méndez) dijo que no le gustaba el juego del equipo.
– No son cosas que yo tenga que opinar. Son palabras del presidente de la institución y puede opinar lo que quiera.
– ¿Pero la relación es buena?
– Buenísima. Diez puntos. No hay fantasmas. Después sobre lo futbolístico cada uno opina una cosa.
– Llama la atención que lo exponga públicamente en este momento…
– No lo escuché, pero es libre de cualquier tipo de opinión. No se censura a nadie para opinar de fútbol.
– ¿Vos sentís el respaldo dirigencial?
– No lo necesito porque nunca se habló de alguna situación.
– Pero es normal que ante la ubicación en la tabla, el primer apuntado seas vos, un entrenador que llegó hace muy poco después de un ascenso.
– Sí. Pero es la primera vez en la historia que Alvarado juega en esta categoría. No es lo mismo que el año pasado. Sabíamos que había un periodo de adaptación. Después obviamente uno quiere ir primero y ganar todos los partidos. Que el primer apuntado sea el entrenador es algo histórico en el fútbol mundial. Pero también hay que ser realista. La gente de Alvarado lo es. El domingo apoyó al equipo y se sintió. Es un torneo largo, difícil. Faltan 22 fechas y el objetivo nuestro es mantener la categoría. Obviamente uno la pretende hacerlo lo más lejos posible del último puesto. Hay ocho equipos en dos puntos. Enderezando los resultados dos o tres fechas nos podemos encontrar en una situación totalmente diferente. Así que a seguir trabajando con tranquilidad.
– Ahora toca Nueva Chicago, que es otro partido muy importante porque también está en la parte baja.
– Todos los partidos son importantes. Lo vamos a tomar con la seriedad que se merece.