“El lado B del amor”, la obra teatral de Gabriel Rolón, basada en su propio libro, se podrá ver hoy y mañana a las 21 en el Teatro Roxy.

Rolón busca contribuir a visibilizar una problemática de la violencia de género, con ese formato porque “pone en movimiento una serie de mecanismos que se activan para proteger a quien sufre este tipo de situaciones”.

Está acompañado, en esta aventura, por su hija Malena, su pareja Cynthia Wila y por Carlos Niceto, con quienes además, se suma a la cartelera de la temporada veraniega.

A horas de su desembarco en este fin de semana largo, Rolón, compartió algunas de sus reflexiones con LA CAPITAL.

– Trae este fin de semana ‘El lado B del amor’, una obra en la que aborda un tema muy en boga, pero del que usted viene hablando y escribiendo hace mucho. ¿Qué puntos positivos tiene la exposición de un tema preocupante como la violencia de género? ¿Esta exposición tiene, según su perspectiva, algún punto negativo?

– Como bien decís, yo traté de instalar el tema en mis lectores hace muchos años. En “Palabras cruzadas”, mi segundo libro, se cuenta la historia de Luciana, que es la arcilla con la que construimos parte de la obra, y en “Encuentros” le dediqué mucho espacio a los amores que lastiman.

Siempre pensé, y lo sigo haciendo, que visibilizar una problemática es una forma de que la sociedad se entere de algo que está ocurriendo y de que, por ende, las víctimas se sientan menos solas e incomprendidas. Además, pone en movimiento una serie de mecanismos que se activan para proteger a quien sufre este tipo de situaciones. Por eso me pareció que darle espacio en el lenguaje teatral era una forma de seguir sumando en esta dirección.

Claramente, los beneficios de sostener el tema vigente son muy superiores a los puntos en contra.

– El mayor desafío de las violencias en las parejas ¿tiene que ver con detectar micro violencias, pequeños indicadores que pueden ir pasando desapercibidos en nombre del “amor” o el “enamoramiento”?

– Exactamente. La violencia siempre tiene un comienzo y es necesario estar atentos a ellos. Al principio pueden ser señales imperceptibles, gestos que el otro podrá decir que fueron en broma, o parte de un enojo pasajero. Pero es necesario entender que nadie tiene derecho a faltarnos el respeto, gritarnos o insultarnos. Esas cosas no son broma, son el inicio de un vínculo patológico. Por eso es tan importante que no lo naturalicemos, porque después puede ser demasiado tarde.

– Hay tanto hablado, escrito, tantas experiencias sobre el amor, pero ¿hay un real conocimiento de lo que es o tenemos muchas ideas o creencias erróneas al respecto?

– El amor es un tema muy complejo. Escribí un libro de casi trescientas páginas al respecto, y otros autores han hecho lo propio. Y esto sucede porque es muy difícil hablar de un sentimiento, porque las emociones no se dejan abarcar por las palabras. Entonces, cada escritor, pensador, o enamorado intenta su manera de abordar el amor. Es un tema que siempre interpelará al ser humano. Debemos aceptarlo y esforzarnos por construir el vínculo más sano que podamos.

– ¿Considera que necesitamos parar un poco la pelota y pensar, analizar, analizarnos hoy? ¿Es esto lo que convoca de sus libros, sus propuestas teatrales?

– Pienso que siempre es bueno parar la pelota y pensar. La vida es demasiado breve para perderla sin tomar las decisiones que deseamos. Sin embargo, se nos invita a sumarnos a un ritmo que se lleva por delante las cosas importantes de la vida. Quien no se detiene a disfrutar de lo que ha conseguido, quien no se toma el tiempo de preguntarse qué desea es apenas un espectador de su propia vida. En cuanto a analizarse es otro tema, porque el análisis es un camino muy complejo que requiere un enorme compromiso. No es una obligación, es una posibilidad que toman quienes quieren recorrer ese camino. Sinceramente, me gustaría creer que la gente elige las cosas que hago porque son una invitación al pensamiento. Me alegra cuando alguien, luego de leer alguno de mis libros o ver la obra, queda con algunas preguntas que no tenía antes de hacerlo.

– ¿Cómo es la experiencia de trabajar en familia, con su hija y su pareja?

– Hermosa. La gira es muy extenuante. Son horas de viajes y tres o cuatro hoteles por semana. Tener la posibilidad de compartir esas horas con quienes amo, almorzar y cenar juntos y emocionarnos en el escenario nos ha unido aún más. No hablo del amor, que siempre estuvo, pero los vínculos se fortalecen y profundizan a partir de ciertas experiencias. Para mí, ésta ha sido una de ellas.

De vuelta en verano

– ¿Cómo se gestó la posibilidad de hacer temporada con esta obra y qué expectativas tiene de cara al verano en Mar del Plata?

– Carlos Rottemberg se reunió con Martín Izquierdo y Fabián López, los productores de la obra, y se les ocurrió que “El lado B del amor” podría ser una buena alternativa para las miles de personas que visitan Mar del Plata en el verano. Hablo de los turistas porque, para los marplatenses, iremos este fin de semana. Pero no descarto que muchos de ellos puedan verla durante el período de vacaciones. Como es sabido, me une con la ciudad y su gente un afecto muy hondo que no termino de agradecer.

Mi expectativa es que hagamos la mejor obra que seamos capaces de hacer para no desilusionar la confianza, no sólo de Carlos, Fabián y Martín, sino de la gente que, desde hace tantos años, me premia con su confianza.