MIRAMAR (Corresponsal).- La inestabilidad económica del país con las elecciones presidenciales a la “vuelta de la esquina”, abren un abanico de temas sobre la mesa de lo que pueda pasar a partir del 10 de diciembre. Entre esos y como una cuestión siempre prioritaria para el desarrollo de la Argentina se encuentra el sector agropecuario que lógicamente mantiene cierta incertidumbre hacia el futuro.

Coninagro es una entidad de 63 años, con 15 federaciones, que según las estadísticas genera 360.000 puestos de trabajo y tiene 120.000 productores, la mayoría mediamos y pequeños. A esto se integran horizontalmente 800 cooperativas y empresas que agregan valor a las producciones permitiendo una mayor defensa de estos actores sociales ante la ocurrencia de fenómenos climáticos como sequías e inundaciones.

“Existe una la falta de políticas de mediano y largo plazo por parte de los gobiernos de los tres Estados, solo hay una visión con fines recaudatorios. Se percibe al campo como gran beneficiado de la actual política económica, cuando en realidad esto no es así. Todas las producciones manejan insumos dolarizados pero solo algunas tienen como destino el mercado exterior”, dijo a LA CAPITAL, Mario Raiteri, miembro del Consejo Administrativo de Coninagro.

“La ganadería bovina, porcina, la fruta, cítricos dulces, mandioca, papa, leche, yerba mate y lo forestal son actividades que invierten esos dólares pero se venden en un mercado interno que maneja pesos y perdieron su poder adquisitivo”, agregó.

Otra de las problemáticas actuales se ve reflejada en la ausencia de crédito accesible que genera un problema financiero.

“Lo afirmado por la mayoría de los candidatos a presidentes sobre mantener las retenciones en vez de discutir el aporte del sector agrícola al fisco a través del marco del ganancias o de una reforma tributaria de carácter progresivo, crea un contexto de dificultad para que el productor pueda acompañar con un paquete tecnológico adecuado a cada cultivo, sea calidad de semillas, fertilizantes, herbicidas, insecticidas, fungicidas y riego a gasoil”, destacó el dirigente rural. “Eso  genera incertidumbre en la definición de la superficie a sembrar y en el resultado de la cosecha futura”, destacó Raiteri.

Nueva agenda

Desde la entidad aguardan que desde el 10 de diciembre se pueda consensuar una nueva agenda donde se discutan propuestas superadoras para algunos de los temas planteados, cerrando otros como ley de semillas, arrendamientos, seguro agrícola y agroquímicos, sin temor de agregar los planteados por algunos dirigentes políticos como la reforma agraria, junta de granos y carnes, contextualizándolos con profundidad y de forma responsable, aunque no nos parezcan oportunos.

“Esperamos llevar adelante la ley de economías regionales, promover el asociativismo y concretar políticas diferenciadas para que los medianos y pequeños productores sean competitivos. En síntesis un campo con todos, con los grandes y con medianos y pequeños que dan trabajo, generan riqueza y pueblan el interior del país”, sostuvo el productor agropecuario.

Panorama local

El General Alvarado, se realizaron las siembras de fina, (cebada y trigo) con normalidad, ya se le aplicó urea y herbicidas, monitoreándose para una posible aplicación de fungicida. La falta de lluvias demora su crecimiento y complica el desarrollo de la siembra de gruesa  además de la de papa.

Los verdeos de invierno (avena y raygrass) además de las pasturas, están con una baja oferta de forraje como consecuencia de esa sequía. El estado nutricional de los rodeos de cría de Mar del Sur y Mechongué van de mal a regular.

“La falta de inversión en infraestructura, (agua potable, luz, gas, internet, transporte y caminos) hace difícil que el productor agropecuario y el trabajador rural vivan en el campo, provocando su traslado a las ciudades, junto con algunas producciones, entre ellas, porcina, horticultura, huevos, pollos y feed lot”, destacó  quien además es vicepresidente de la Federación Nacional de Productores de Papa.

“Esto crea conflictos urbanos y ambientales con su consecuencia en la convivencia de vecinos”, sostuvo Raiteri.

Los caminos rurales son vitales para vincular al campo con la salud, la seguridad, la educación, los centros comerciales y los puertos.

Los candidatos a intendente de las dos principales fuerzas políticas no demostraron en el pasado interés en apoyar el crecimiento del sector. Estamos dispuestos a colaborar para revertir esta situación. No hay crecimiento sin desarrollo de la calidad de vida, ni desarrollo sin producción”, concluyó Mario Raiteri.