La suspensión de los programas educativos y culturales perjudica a los barrios más alejados
Los datos presentados a la Justicia a los que accedió LA CAPITAL sostienen que más de 13 mil chicos y adolescentes se ven afectados por la falta de capacitadores para ejecutar el Plan Educativo Barrial y los programas de cultura.
En la Sociedad de Fomento del barrio William Morris, los chicos se juntaban para leer historietas dos horas una vez por semana. En la biblioteca del barrio Centenario era habitual todos los lunes ver a nenes y nenas aprendiendo danza folclórica. En el barrio El Martillo, esperaban ansiosos que lleguen los miércoles y los jueves para tocar el teclado, la guitarra o algún instrumento de persecución.
Todos estos chicos este año no pudieron aprender y practicar la actividad que les gustaba. En realidad no son sólo ellos: según un informe elaborado por el Consejo Local de Promoción y Protección de los Niños, Niñas y Adolescentes del partido de General Pueyrredon, hay más de 13 mil menores afectados por la suspensión de programas educativos y culturales que realizó la gestión del intendente Carlos Arroyo. La mayoría son de los barrios periféricos.
Esta situación provocó que la Justicia hiciera lugar a un amparo presentando por el consejo para sentarse a hablar en una misma mesa con las autoridades municipales para encontrar una solución. La intención era dialogar con la secretarias de Cultura, Silvia Rojas, y de Educación, Ana María Crovetto. Pero no se presentaron. En su lugar la comuna envió al secretario de Gobierno, Alejandro Vicente.
“Tuvimos una larga charla, con un debate bastante profundo, y quedó muy en claro que es el municipio el que desarrolla las políticas culturales y educativas porque justamente la atribución que tiene el municipio es la de imponer estas políticas”, dijo como balance del primer encuentro. Pero no sólo eso: también responsabilizó a la prensa por darle demasiada difusión al tema.
Pese a la postura oficial, los reclamos del Consejo Municipal de la Niñez llegaron a tener el apoyo del premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel. Es que el panorama que fue presentado en un informe al que accedió LA CAPITAL muestra que el Estado empezó a estar ausente en los barrios que más necesitan proyectos para contener a los chicos.
Cultura
Uno de los programas afectados más importantes es del de “Almacenes Culturales” que se inauguró en el 2006 y contempla la creación de herramientas, programas y dispositivos que garanticen y faciliten el acceso a instancia culturales de recreación.
El informe presentado por el Consejo de la Niñez revela que de 10.305 chicos alcanzados en 2015 se pasó a 2.627 este año. Esto se debe a que en 2016 sólo hay ocho trabajadores de planta permanente dedicados a brindar los cursos cuando el año pasado había 656 entre agentes de planta, trabajadores socioculturales y capacitadores temporarios.
Uno de los proyectos que más se resintió es el “sala de espera” que se realiza en los consultorios externo del Hospital Materno Infantil y está destinado a nenes y familias que esperan por ser atendidos. De tener 7.000 participantes el año pasado pasó a 2.400, en 2016.
Además se dejaron de realizar proyectos como “Almamuro” que era un espacio de producción y desarrollo de murales del que participaban 465 adolescentes; “Juegos de Arte y Convivencia” del que participaban 175 chicos y se llevaba a cabo con la Jefatura Distrital; “La Canción de Todos”, que era un espacio de producción musical donde había 120 participantes y “Circuito Itinerante de hábitos Saludables”, donde había 1.520 participantes, entre otros.
Además de Almacenes Culturales se encuentran los programas “Usinas Artísticas”, “Liberarte” y “Museo” por lo que se estima que en total son 10.000 los chicos y adolescentes perjudicados.
Educación
El Plan Educativo Barrial (PEBA) funciona en sociedades de fomento, delegaciones municipales, templos, clubes, ONG, centros culturales, parroquias, bibliotecas, casas del niño y centros de salud entre otros. “Su prioridad es brindar los conocimientos, valores, destrezas y habilidades para satisfacer necesidades específicas en sus propios contextos”, dice la Municipalidad en su página web.
Y explica: “La oferta educativa que consiste en cursos y talleres para todas las edades, que conforman un abanico de posibilidades y prácticas concretas muy amplias, que van desde apoyo escolar e inglés, hasta actividades tan diversas como repostería, pintura, danza, entre otras”.
Según el informe presentado por el Consejo de la Niñez en la Justicia, durante el año pasado el PEBA llegaba a 107 barrios y en 2016 alcanza a 89. Es decir: hay 19 zonas de la ciudad donde los chicos dejaron de recibir el refuerzo escolar o la posibilidad de aprender algún oficio. Algunos de los barrios donde ya no funciona son Fortunato de la Plaza, Hipódromo, Fray Luis Beltrán, El Grosellar, Santa Mónica, Las Canteras, San Juan y Parque Hermoso.
Este año, en cambio, se incorporaron dos barrios nuevos al plan: Plaza Mitre y Primera Junta. “Se reforzó en un lugar donde hay acceso a la educación formal y no formal. En cambio, en otras zonas donde no hay acceso a nada, se saca todo. A lo mejor piensan que para qué le van a enseñar peluquería o manicuría a una chica que no está yendo a la escuela”, explica Lorenzo. Y, enseguida, agrega: “Por la realidad social que tienen muchas de esas familias, a veces los chicos se quedan a cargo de sus hermanos más chiquitos. Ultimamente con la realidad social que viven es más fácil que los papás salgan a realizar changas y los chicos se queden a cargo de la casa. Por eso resulta más que perjudicial que en otras épocas el retiro de este programa del territorio”.
El informe presentado por el informe de la Niñez también revela que de las 1.050 horas del PEBA que se realizaban en 2015 se bajó este año a 567. Algunos de los barrios afectados fueron los que más necesidades tienen: Belgrano, Libertad, Belisario Roldán, Bernardino Rivadavia, Centenario, San Martín y Santa Celina, entre otros.
En cambio, las horas se aumentaron en Plaza Mitre, Primera Junta, Don Bosco, Colina de Peralta Ramos y Peralta Ramos Oeste, entre otros.
La presentación, además, sostiene que en la mayoría de los 19 barrios que se quedaron sin el PEBA también se dejaron de realizar los talleres de apoyo escolar, inglés y exactas. En algunos de ellos sólo se mantuvieron dos horas semanales.
Estiman que en total 3.000 chicos están siendo perjudicados por esta quita de horas y talleres.