Mar del Plata recibió a la primavera con una Caravana multitudinaria
Con un clima ideal, en familia y con bicicletas llenas de flores y color, una multitud de dio la bienvenida a la nueva estación. Aseguran que la convocatoria fue "la más importante de los últimos años".
La primavera no comienza en Mar del Plata sin salir de caravana. No alcanza lo que marque el calendario; salir a pedalear entre la multitud para recibir a la nueva estación forma parte de una tradición histórica que trasciende al paso de las generaciones y no pasa de moda, que tuvo hoy su 59° edición con un marco ideal en cuanto al clima y la concurrencia de unas 20.000 personas que llenaron de color y alegría a la ciudad.
La temperatura superó los 17 grados en un domingo verdaderamente primaveral. Sin embargo, la odisea comenzó bien temprano, con una fría aunque agradable mañana que ameritó llevar un abrigo para pedalear, al menos las primeras cuadras hasta entrar en calor.
Minutos después de las 9 se largó la 59° edición de la tradicional Caravana de la Primavera desde la puerta del Oratorio Juvenil “Pequeño Mundo”, en Matheu y Jujuy, con miles de bicicletas especialmente decoradas y la participación de cientos de familias que madrugaron para vivir la experiencia, que este año se desarrolló bajo el lema “Seamos luz que haga brillar el mundo”.
Música, flores, el infaltable animador a bordo de una camioneta y la presencia del Obispo Gabriel Mestre con un colorido sombrero y su bicicleta decorada frente a la sede de la entidad que organiza la caravana, le dieron un marco ideal al multitudinario evento desde el comienzo.
“La próxima es la edición N°60; si a esta vino tanta gente, la próxima va a estallar”, comentó, entusiasmado por el fervor de la jornada, uno de los organizadores antes de salir a pedalear. “Vino más gente, fue una de las más importantes de los últimos años”, aseguró.
Horacio y su hija Alma (5 años), a bordo de una colorida bicicleta que acondicionaron juntos
Algunos prefirieron no ir al punto de partida y sumarse en diferentes puntos del recorrido. Buena parte se acopló sobre la avenida Independencia, otros sobre Juan B. Justo y algunos recién en el Puerto y la costa.
Para las 10, en medio de un fuerte operativo para cortar las calles y resguardar la seguridad de los participantes a cargo de la Subsecretaría de Transporte y Tránsito, la Cruz Roja, Defensa Civil y efectivos policiales, la caravana colmaba 11 cuadras completas sobre la avenida Juan B. Justo.
El personal a cargo del operativo debió centrar parte de los esfuerzos en cuidar a un grupo de jóvenes que se adelantó a la multitud y protagonizó algunas discusiones y leves incidentes con algunos conductores, que afortunadamente no pasaron a mayores.
En familia
Para darle color a la Caravana, como siempre, vale todo. Flores, gorros, guirnaldas, papeles de colores, globos, disfraces, pelucas, banderas y el ingenio a flor de piel, como un padre que llevó a su beba en un sidecar casero construido con un bidón de plástico, soldado a su bicicleta.
El “Pinchazo” (camión que repara pinchaduras y problemas en los rodados) se mantuvo activo durante todo el recorrido de ida, que como de costumbre llegó hasta el camping municipal en el Faro, luego de una intensa pedaleada por la costa. “Hay un poco de viento en contra, pero vamos bien, hay que llegar”, le comentó a LA CAPITAL Oscar, que se animó a pedalear con sus dos nietas.
Guillermo, en cambio, cubrió su bicicleta con estrellas y una luna encima de una foto del Papa Francisco; Pamela y Sergio llevaron a sus tres hijos, Serena (1 año y medio), Camila y Ezequiel (10), con una bicicleta al reparo del sol con una colorida sombrilla; Horacio, en tanto, permitió que su hija Alma (5 años) viviera la experiencia sobre una bici forrada con papeles de colores incluso hasta en las ruedas que juntos prepararon.
Guillermo llevó al frente de su bicicleta una imagen del Papa Francisco bajo la luna y las estrellas
El merecido descanso después de la agotadora pedaleada llegó al mediodía, con 17.2 grados, cuando los participantes pararon en el Faro para comer algo, recuperar fuerzas y emprender el regreso hacia el centro, por avenida Luro, hasta rodear el monumento a San Martín, donde con un acto lleno de música y alegría la travesía llegó a su fin para dejar oficialmente inaugurada a la primavera en Mar del Plata.