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Deportes 21 de septiembre de 2019

El superclásico que no iba a verse y por suerte se verá

Peñarol y Quilmes juegan desde las 20 en el Polideportivo en amistoso preparatorio para ambos antes de disputar sus respectivas temporadas.

Imagen de archivo de uno de los últimos clásicos oficiales.

Siempre es una historia particular, atractiva, incomparable. Puede ser por los puntos, por una copa o -como en el caso de este domingo- por un amistoso. Y lo único que permanece inalterable es la pasión, el apoyo incondicional por los colores.

Desde las 20, en el Polideportivo Panamericano “Islas Malvinas”, Peñarol y Quilmes se medirán por la la Copa Ciudad de Mar del Plata-Banco Provincia, el principal patrocinante de esta iniciativa de los dos clubes de esta ciudad que compiten en el básquetbol profesional más importante del país.

Se avisó con antelación y quienes no estaban enterados, ya lo saben. Queda hecha la invitación porque el de esta noche será el primero y único superclásico de la temporada 2019/20.

Por esas cosas del deporte, el “milrayitas” jugará en la Liga Nacional y el “tricolor” militará en la Liga Argentina (ex TNA). Y entonces, los miles de fanáticos del básquet y de los equipos de Mar del Plata, se iban a ver privados de verlos frente a frente.

En consecuencia, se puso en marcha la ingeniería dirigencial para poder concretar este partido sin par. Que tendrá, además, la posibilidad de presentar en sociedad al mismo tiempo a dos planteles muy renovados con respecto a la última campaña de ambos. Y dirigirán árbitros de la Asociación Marplatense de Básquetbol: Mauro Pereyra, Noel Leguizamón y Hernán Rodríguez.

Peñarol pondrá en juego una fórmula poco frecuente en la historia de los de Garay y Santiago del Estero en la Liga Nacional: jugará con cuatro extranjeros. Sólo hay un antecedente, el cual data de la temporada 2007/08, la primera de Sergio Hernández como entrenador. En esa campaña comenzaron Jasper Johnson, Erik Rodríguez, Byron Wilson y Jervaughn Scales (estos dos últimos como nacionalizados).

Esta vez, el entrenador Gabriel Piccato, uno de los asistentes de lujo de Hernández en el reciente subcampeonato mundial obetenido por el seleccionado argentino en China, se decidió por otros cuatro foráneos.

Ellos son el base puertorriqueño Gabriel Belardo, el perimetral Cory Johnson, el ala-pivote Darryl Jackson y el pivote Devin Thomas. Junto a ellos estarán las “caras nuevas” de las fichas mayores, Santiago Vaulet, Patricio Tabárez y Franco Barroso. Y con la misión de tener más responsabilidades, los juveniles Joaquín Valinotti, Tomás Monacchi, Lucas Gorosterrazú, Nicolás Franco, Juan Martín Fernández, Thiago Dasso y Francisco Quaglia, campeones vigentes de la Liga de Desarrollo.

Del otro lado, Quilmes opondrá a un entrenador joven, formado en el club y que tendrá su gran oportunidad. Aunque el reglamento permite incluirlos, el “tricolor” no utilizará extranjeros. El plantel reúne experiencia y juventud en dosis similares. Y con algunas particularidades. Seguirá el máximo referente de este grupo, el capitán Maximiliano Maciel, un histórico del “tricolor”; retorna para su tercer ciclo en el club el nicoleño Gregorio Eseverri; y llega un ex Peñarol, el pivote Alejandro Reinick, quien a los 41 años sigue decidido a presentar batalla, como lo a hecho a lo largo de su prolongada carrera.

También retorna Jeffrey Merchant, después de algunas temporadas a préstamo en otros clubes, y siguen los jóvenes y prometedores Juan Esteban De la Fuente, Darío Skidelsky y Agustín Lecona.

Las “caras nuevas” serán los bases Alvaro Merlo y Raúl Pelorosso, el alero Iván Catani y el pivote Juan Cruz Germano.

Todo listo para el gran partido que no iba a ser y por suerte será. Y con una grata sorpresa para quienes se acerquen al Polideportivo. Las boleterías estarán abiertas a partir de las 18.30.