Un joven de 21 años al que en febrero de 2018 acusaron de asaltar a mano armada al dueño de una agencia de quinielas en Balcarce fue absuelto por el Tribunal Oral Nº 4 al no haber quedado probada su participación en el hecho durante un juicio oral.

Los magistrados Gustavo Fissore, Alfredo Deleonardis y Néstor Salas ordenaron la inmediata excarcelación del joven, que estuvo detenido desde que un testigo lo señaló como sospechoso en una rueda de exhibición de fotografías. Pero el dato más significativo del caso es que, durante el debate, se constató que al momento del robo el acusado había estado, en realidad, haciendo compras para un asado al que asistiría esa misma noche.

El asalto contra el dueño de la agencia de quinielas ubicada en la esquina de las calles 23 y 10 de la vecina localidad de Balcarce se registró el 24 de febrero de 2018 y tuvo características violentas. Esa noche, dos delincuentes que circulaban a bordo de una motocicleta lo interceptaron cuando cerraba su local, después de finalizada la jornada laboral, y como intentó resistirse, uno de ellos efectuó un disparo que no llegó a herir a nadie. Luego, los ladrones escaparon y la víctima denunció el hecho ante la policía, que comenzó una investigación para identificar a los asaltantes y así poder luego detenerlos.

Entonces varios testigos declararon en la causa y dos de ellos, particularmente, fueron presenciales. Es decir, se hallaban en la calle cuando ocurrió el robo y pudieron observar la secuencia. Uno de esos hombres dijo que estaba en condiciones de reconocer a los delincuentes cuando le exhibieron una serie de imágenes de dos jóvenes.

Según quedó acreditado durante el juicio oral, los investigadores del caso le mostraron al testigo imágenes tomadas por una cámara de seguridad de un supermercado de la firma Toledo en el que dos jóvenes habían hecho compras esa misma noche, en un horario similar al del asalto. Por la ropa que llevaba uno de ellos y sus características físicas, el hombre lo señaló como posible autor del robo y el disparo.

Esa declaración, sumada a otros testimonios y pistas como que dichos clientes del supermercado circulaban en una motocicleta al igual que los ladrones, hicieron que los miembros de la fiscalía interviniente ordenaran la detención de uno de los jóvenes.

El expediente siguió su curso y ahora, un año y medio después, el caso llegó a juicio oral. Pero las pruebas exhibidas durante el mismo no alcanzaron para que los jueces consideraran acreditada la participación del acusado en el robo. De hecho, ocurrió todo lo contrario.

A pesar del pedido del fiscal Marcos Pagella para que el imputado recibiera una condena por haber cometido el delito de “robo calificado por el empleo de arma de fuego”, los magistrados concluyeron que la autoría del asalto no quedó probada. Inclusive, mencionaron la posibilidad de que el testigo que señaló al joven se haya confundido de persona.

Para Fissore, Deleonardis y Salas, sí quedó acreditado durante el debate que la noche en la que ocurrió el asado el sospechoso se encontraba junto a su primo comprando hamburguesas, primero en un supermercado de origen chino, y luego chorizos en un local de la firma Toledo en el que hasta quedaron filmados por las cámaras de seguridad. También se probó que luego de ello, retornaron a la casa del acusado a buscar pan, ya que su madre trabaja en una panadería, y una vez que terminaron de recolectar todos esos productos concurrieron a la vivienda de la abuela de la novia del mismo joven, para comer un asado con ella y una prima de la menor de las mujeres.