La investigación por los asesinatos de las dos mujeres se retrae a la espera de más pruebas
Los dos crímenes de mujeres que conmocionaron a Mar del Plata la última semana no están resueltos ni mucho menos. Incluso parece haber pocos avances.
Los asesinatos de Karina Fragoso (50) y de Mabel Zabalegui (68), ocurridos en Mar del Plata entre la noche del jueves y el mediodía del viernes, no muestran por el momento avances significativos, aunque fuentes judiciales aseguran que esa evidente inactividad esconde próximas novedades.
El caso de Zabalegui es el más paradigmático, ya que al mismo tiempo que el Ministerio de Seguridad bonaerense se apuraba por asegurar que los tres autores estaban ya detenidos, el fiscal Leandro Arévalo asumió una postura diferente: a los tres ciudadanos peruanos detenidos no les imputó el homicidio.
Para echar luz en la confusa situación, los tres peruanos de 34, 38 y 39 años -dos hombres y una mujer trans- fueron aprehendidos durante un allanamiento a su departamento de Bolívar al 2500, esto es a dos cuadras del edificio en el que Zabalegui era encargada y donde fue descubierta asesinada a golpes.
La historia para vincular a los tres peruanos con el crimen surge en un departamento del sexto piso del edificio en el que vivía Zabalegui. Los ahora tres detenidos habían ocupado ese inmueble por un breve período días antes del asesinato y esa situación, sumada a los dichos de un testigo, abonaron la idea de que pudieran haber conocido el hecho de que la mujer tenía dólares ahorrados para un viaje. Precisamente, los dólares fueron sustraídos junto a una computadora y un teléfono celular.
Arévalo y la DDI local reunieron esa información y la Justicia de Garantías autorizó el allanamiento del nuevo domicilio de los peruanos, pero sin órdenes de detención. La requisa no entregó elementos vinculantes al homicidio pero sí medio kilo de cocaína y otras pruebas de que, como se sospechaba, esas tres personas vendían estupefacientes. Lejos de la versión oficial de ser los autores del asesinato, los detenidos quedaron a disposición de la Justicia por infracción a la ley de drogas.
Sólo unas prendas de vestir con manchas que incluso podrían no ser de sangre mantiene alguna expectativa judicial.
Fragoso
En el caso de Fragoso el avance de la investigación tampoco parece ser demasiado importante. Prácticamente quedó descartada la hipótesis del crimen por encargo o una venganza, en particular porque la víctima no parecía tener una vida que diera lugar a un desenlace de ese tipo. No obstante, el fiscal Arévalo aguarda el resultado de un peritaje al teléfono celular en busca de mensajes borrados o algún otro rastro.
Mientras tanto, todo parece orientarse a un episodio de robo callejero. Las imágenes de video, en las que no se observa el momento del disparo, no logran despejar del todo las dudas, pero por contexto y deducción los investigadores creen que así fue.
Resulta extremo que un delincuente armado le efectúe a una mujer con las manos ocupadas por sus pertenencias un disparo en la cabeza, no le robe nada y se escape. Pero por ahora es lo más firme con lo que cuenta como hipótesis el fiscal Arévalo.
El principal objetivo es en estas horas lograr una identificación fisonómica del asesino en función del análisis del video, lo que parece una empresa complicada.