Momentos de tensión y fuertes cruces se vivieron esta mañana y mediodía en la sede del Tribunal de Clasificación Docente, luego que el secretario de Educación, Luis Distéfano, ordenara el traslado de los legajos de los maestros municipales y se hiciera presente en el lugar personal policial.

La disposición de retirar la “totalidad” de la documentación presente en las oficinas ubicadas en el Distrito Descentralizado El Gaucho fue realizada por el funcionario este lunes, a través de un memorándum al que LA CAPITAL tuvo acceso. En el escrito, Distéfano justifica la decisión por “demoras” en procesos administrativos solicitados desde el área municipal y obliga a los empleados del Tribunal a hacer entrega de lo pedido para proceder al traslado de los documentos hacia el depósito que la Secretaría de Educación tiene en San Salvador 4553.

Esta situación generó el rechazo del personal presente en el lugar, quienes advirtieron que por ordenanza el Tribunal es “custodio” de la documentación privada de todos los docentes que trabajan en la órbita local. Al mismo tiempo, aseguraron “desconocer” al representante que envió Distéfano para cumplir la tarea, quien se retiró de la oficina y volvió acompañado con personal policial, profundizando la tensión y alegando que no lo habían dejado ingresar, algo que fue desmentido por los docentes. “Tomó mate en la dependencia y todo”, dijeron.

Ante esta situación, los empleados se comunicaron con los delegados gremiales para notificar al Sindicato de Trabajadores Municipales (STM), quienes acudieron al lugar liderados por los dirigentes Alejandra Ayek y Antonio Gilardi. Además, mantuvieron fuertes cruces con los efectivos presentes para evitar el retiro de las cajas.

Uno de esos cruces fue registrado por este medio, que acudió al lugar minutos antes de que el representante municipal y los agentes de seguridad se retirarán del lugar sin poder retirar la documentación y con la confección de un acta en el que quedó asentado el procedimiento.

“¿En calidad de qué está este señor acá adentro, en una oficia municipal?”, pregunta una de las empleadas, en referencia al oficial que se encontraba confeccionando el acta en el lugar. “Lo mandó Distéfano”, responde otra. “¿El comisario es empleado de Distéfano? ¿Cuántas comisarías van a intervenir hoy acá? ¿Saben que hay hechos delictivos en la calle?”, vuelve a preguntar la primera en hablar.

Además de asegurar que las “demoras” registradas en los trámites “afectan la continuidad pedagógica de los alumnos y el derecho laboral docente, por la falta de confección y valoración de listados que generan ordenes de mérito”, el memorándum de Distéfano denuncia que dichos inconvenientes en los plazos están motivados, entre otras cosas, por la participación sindical de los empleados del área.

Concretamente detalla que las demoras “fueron motivadas por distintas causas: la carga horaria reducida de algunos representantes (del Tribunal), la inexistencia a la fecha de programas informáticos que permiten unificar los antecedentes de todos los aspirantes docentes, cuestiones derivadas de la representación sindical (inasistencias por concurrencia al Concejo Deliberante o a reuniones del STM) y dificultades operativas en el traslado del material del trabajo”.

“Por eso -continúa el escrito- se dispone el traslado de la totalidad de los legajos docentes, quedando a resguardo de ese Tribunal de Clasificación para su uso y conservación, hasta tanto se efectivice la incorporación del personal administrativo dependiente de la División Legajos de Educación a esas oficinas, que trabajarán conjuntamente con el Tribunal responsabilizándose de la operatividad de todos los procesos relacionados con los antecedentes docentes, siendo desde ya indelegable la competencia normada por la Ordenanza 20760 de los docentes comisionados en ese Tribunal”.

Algunas de las funciones que son propias del Tribunal de Clasificación, según el artículo 51 del Estatuto Docente son: “velar por la correcta aplicación del Estatuto del Docente Municipal y su reglamentación; fiscalizar la correcta valoración de los datos que figuren en el legajo de cada docente; clasificar al personal docente titular, desde los cargos de base hasta el del Director de Educación y al personal docente interino cuando sea requerido por autoridad competente, formulando por orden de mérito los listados que resulten pertinentes”.

También es responsabilidad del cuerpo “clasificar los antecedentes de los aspirantes a ingreso a la docencia, formulando por orden de mérito las nóminas correspondientes y dictaminar en los pedidos de ascensos, traslados, reincorporaciones, acrecentamiento, concentración de horas cátedra y/o módulos, disponibilidad y en todo movimiento correspondiente al personal docente, que revista carácter definitivo y publicar los resultados”.