Los más de 300 alumnos de la Escuela Primaria N°78 del barrio Parque Independencia asisten a clases -por segundo invierno consecutivo- apenas unas pocas horas por día. El frío dentro del edificio es tan crudo como el de afuera. Esta mañana, con dos grados bajo cero, en vez de aprender en el aula, los chicos debieron volver a organizar un frazadazo junto a sus padres y docentes para exigir la reposición de la caldera, una obra que -aparentemente- ninguna empresa estaría dispuesta a hacer.

Hace un año, una caldera mal instalada hace menos de una década (la escuela se inauguró en 2010) fue directamente retirada y a pesar de las promesas, la nueva no llega y otro invierno encuentra a la institución con jornada reducida, frío, el techo roto, filtraciones, marcos de las puertas desprendidos y un balcón con riesgo de derrumbe.

A diferencia de muchas otras escuelas con problemas de calefacción, el establecimiento ubicado en Bahía San Blas 3532, en el sudoeste de la ciudad, obtuvo la debida respuesta del Consejo Escolar, que presupuestó la obra e impulsó una licitación para colocar la caldera. El problema, en este caso, es que ni una sola empresa presentó una oferta para hacerse cargo del trabajo.

Ante esta situación y frente a la incertidumbre total acerca de cuándo se arreglará el problema, decidieron organizar un frazadazo que se llevó a cabo esta mañana cuando la temperatura estaba por debajo de la línea del cero, tanto en la puerta como en las aulas.

Los inconvenientes con la calefacción en la Primaria N°78 comenzaron en el 2012, cuando la caldera instalada apenas dos años antes comenzó a fallar. Entre sistemáticas reparaciones que no corrigieron el problema quedó en evidencia que, en primer lugar, había sido “mal colocada”, pero en segundo lugar, que se trata de una caldera de uso domiciliario y no de tipo industrial, como requeriría el edificio.

La comunidad de este establecimiento “no suele hacer protestas” sino que intenta canalizar todos los reclamos a través de la vía administrativa, comentó Griselda Velázquez, presidenta de la cooperadora, en diálogo con LA CAPITAL. Pero éste es el segundo invierno que los chicos van a clases sin calefacción, “helados”, con recurrentes problemas respiratorios y casos de neumonía.

“El año pasado directamente desinstalaron la caldera porque ya no andaba más. El invierno pasado estuvimos con reducción horaria y este año también”, indicó.

Pese a que desde el Consejo Escolar les habían prometido que para cuando comenzara el corriente ciclo lectivo ya tendrían el problema resuelto, los tiempos se estiraron más de lo previsto.

“El martes se abrieron los sobres de la licitación y quedó desierta; es decir que no se presentó ninguna empresa, por eso esta vez el reclamo es hacia las empresas”, expresó Griselda entre alumnos, padres y docentes que se encontraron esta mañana frente a la escuela, extremadamente abrigados para dar lugar a un “frazadazo”.

Los “frazadazos” se popularizaron en la ciudad durante los últimos años a raíz de la importante cantidad de establecimientos con problemas de calefacción y la tardía llegada de soluciones. La Primaria N° 78 fue una de las que llegó, el año pasado, a suspender las clases por el frío.

“En el último acto del 9 de Julio, por el Día de la Independencia, nos descompusimos del frío; era lo mismo estar adentro que afuera, o peor”, contó la titular de la cooperadora de este establecimiento.

La educación en esta escuela no está garantizada. Debido al intenso frío, los chicos están asistiendo a clases de 10 a 12 en un turno y de 13 a 15.15 en el otro.

“Estamos muy preocupados y la escuela no está en condiciones. La directora y la vicedirectora hicieron absolutamente todo lo que estaba a su alcance. Todo lo protocolar se hizo, pero la obra no empieza y ya se nos pasa otro invierno”, lamentó Griselda.

Los padres, docentes y directivos evaluaron alternativas para revertir el frío. Pensaron en comprar caloventores para suplir la falta de la caldera, pero les dijeron que la instalación eléctrica no soportaría que todos funcionen a la vez.

“No queremos pasar otro año más así. Es triste tener que llegar a estos extremos para que arreglen una caldera y los chicos no estudien con frío”, agregó.

Para la semana que viene está previsto que se lleve a cabo otra licitación y de seguir el mismo camino, se haría una contratación directa desde el Consejo Escolar. No obstante, la comunidad educativa de la Primaria N°78 ya acordó que si el resultado de ese segundo proceso licitatorio es el mismo, “no quedará otra que ir a manifestarnos al Consejo Escolar”.

Techo roto y caída de mampostería

Hace tiempo los alumnos dejaron de entrar a la Escuela Primaria N°78 por la puerta principal. Por seguridad, ingresan por la puerta lateral, ya que el balcón ubicado en el ingreso está rajado y con riesgo de derrumbe.

“La mampostería se cae en toda la escuela. Debido a una rotura en el techo, cada vez que llueve se cae el cielo raso”, comentó la presidenta la cooperadora y advirtió que tampoco en este sentido hubo respuestas a pesar de los reiterados reclamos.

“Vivimos con el corazón en la boca pensando que en cualquier momento el balcón se puede caer y que pase una tragedia”, sostuvo Griselda Velázquez en el marco del frazadazo de esta mañana.

Los problemas de infraestructura se multiplican al recorrer el edificio. Dos aulas de esta escuela construida hace menos de una década tienen los marcos de la puerta flojos, prácticamente sueltos. “Los tocás y se mueven, es un peligro”, dijo.

“Ya no se puede más. Vemos que a otras escuelas se les da respuesta, pero acá no llegan”, agregó y anticipó que día a día la situación se va agravando en la institución mientras el riesgo de derrumbe en múltiples sectores del edificio va creciendo.